Hercule Stout, siguiendo la pista a Poirot


Últimamente el nivel de cervezas que estoy tomando está alcanzando cotas muy elevadas. Después de excelentes cervezas como la Traquair Jacobite, la Doppelbock Dunkel de Andechs, o la Imperial Stout de Samuel Smith, en esta ocasión le va a tocar el turno a una cerveza belga, la Hercule Stout, de la pequeña cervecera Ellezelloise. Aunque el estilo al que pertenece no es originario de Bélgica, ni uno de los más trabajados en aquel país estamos ante una cerveza sublime, a la que le han dado el nombre de uno de los personajes belgas por excelencia del siglo XX, aunque sea de ficción. Estoy hablando de Hercule Poirot, el célebre detective belga, personaje protagonista de numerosas obras de la prolífica Agatha Christie.
Poirot posiblemente sea el personaje más conocido de las novelas de Agatha Christie. Seguramente más de uno que lea estas líneas haya visto alguna adaptación cinematográfica de las historias de este insigne detective de métodos muy particulares. 
Fue un miembro de la policía belga en un comienzo y con el estallido de la I Guerra Mundial, llegó como refugiado a Inglaterra. Desde entonces no abandonó su tierra de adopción, donde se quedó a vivir y se estableció como detective privado de gran prestigio. Físicamente se le podría describir como un hombre de poca estatura, más bien rollizo, y con un impresionante bigote adornándole el rostro, siendo su rasgo más característico. De hecho, para el propio Poirot constituía un orgullo y en numerosas ocasiones se le describe como el mejor bigote de toda Inglaterra. De modales finos, algo vanidoso, con estilo y elegancia siempre lograba dar con la solución de los casos que se le planteaban.

A pesar de que mucha gente lo confundía con francés, él siempre corregía que era belga, y este (su origen) es el motivo por el cual aparece en las etiquetas de la cerveza que lleva su nombre. La cervecera ubicada en la localidad de Ellezelles es donde se sitúa la cuna del personaje.

La cervecera Ellezelloise es una pequeña cervecera bastante joven, fundada el 1 de enero de 1993, y cuya primera cerveza se lanzó a la venta en Julio de ese mismo año. La modesta granja donde se ubicó la planta de producción de la cervecera, fue comprada en 1985 y la rehabilitación de los edificios así como la adquisición de los equipos necesarios para la producción llevó nada menos que 8 años. El éxito del proyecto se debe a la fe y la pasión de Philippe Gerard, maestro cervecero con más de 25 años de experiencia en diferentes cervecerías, y de su padre que trabaja como ingeniero también en la propia fábrica.
Phillipe llamó a su primera cerveza Quintine en honor a una bruja de Ellezelles llamada así, protagonista de cuentos y leyendas de la zona. Se trata de una cerveza rubia de alta fermentación, sin filtrar ni pasteurizar.
La gama de cervezas elaborada por la fábrica se completa con la Quintine Ambree, la Blanche de Saisis, la Saison 2000 y la Hercule Stout, que será la que comente hoy en la cata. Una stout más cercana a una Imperial Stout, ya que reúne la mayoría de las características propias de este último estilo.
De producción limitada y manteniendo siempre métodos tradicionales de elaboración, sus cervezas no son fáciles de encontrar, aunque algunas en cuentagotas llegan a las tiendas especializadas. En mi caso concretamente, logré adquirirla en la Maison Belge de Madrid.


Cata:
Graduación: 9º
Tipo de vaso recomendado: Vaso de pinta inglés en forma de tulipa.
Temperatura de servicio: 12ºC
Aspecto: De color marrón chocolate, muy oscuro, cercano al negro. Opaca y con un nivel de carbonatación visible pero no muy elevado, genera una densa capa de espuma de tono amarronado. De aproximadamente un par de dedos de espesor, presenta una apariencia compacta, pero resulta de duración media, ya que no llega al final de la copa. Se reduce de forma paulatina hasta dejar una fina capa de un par de milímetros cuando hemos apurado la mitad, pero deja atractivos aros de espuma fuertemente adheridos a la copa.
Aroma: Nada más abrir la botella afloran al exterior un potente conjunto de aromas, entre los que destacan el torrefacto y el chocolate. Al servir en copa, los olores se liberan, completamente y se descubre una cerveza compleja y potente en aromas. De nuevo aparecen los aromas de malta tostada y café torrefacto, por encima un poco del chocolate. Acompañan notas afrutadas, de levadura, miel y un punto de alcohol.
Sabor y textura: Si aromáticamente ya resultaba atractiva, en el trago lo confirma con creces. En el primer trago se aprecia que es una cerveza con cuerpo, y toda una explosión de sabores en la que destaca una deliciosa mezcla de maltas tostadas y oscuras con chocolate, inunda la boca. A continuación vienen algunos matices afrutados y algo más ocultos de regaliz. El alcohol acompaña buena parte del trago sin desentonar, y desemboca en un final amargoso, pero sin acapar el protagonismo del sabor, alcanzando un buen equilibrio.
Maridaje: Si en el pasado post con la Imperial Stout de Samuel Smith sugería acompañarla de queso Stilton, en esta ocasión, tratándose de una cerveza belga, una combinación muy apetecible de la que doy fe, es con queso Gruyere. Hasta el mismísimo Poirot con sus exquisitos modales se habría chupado los dedos.

Puntuación: 9,5/10

Comentarios

  1. La verdad que últimamente no te lo montas nada mal, maestro! Y que así continue...

    Sobre las Ellezelloise, por suerte se dejan ver cada vez más entre nuestras tiendas. Creo que me falta por probar la Blanche.

    En cuanto al maridaje, con tu permiso, me pido un gouda viejo, jeje!

    Saludos!

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  2. Pau, como empecemos con los quesos, puede ser un no parar, jejeje. De hecho, yo creo que me podría alimentar a base de queso y cerveza. De las Ellezelloise no había probado ninguna hasta la fecha, pero como sean del mismo nivel que la Stout, ya estoy buscándolas sin perder un minuto. Salu2.

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  3. Otra que tengo pendiente, estuve a punto de pillarla en mi última visita a la Maison Belge pero al final me entraron ganas de Cantillon. Qué le voy a hacer.

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  4. Pues yo ni la conocía :-) así que me la apunto a la lista de cervezas por probar (y van... :-D). Que además últimamente le estoy dando bien a las stout cañeras y me encantan, pero creo que nunca he probado una belga de este estilo :-).

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