Cervezas de Navidad again (iii): St. Feullien, el santo irlandés


Dentro de las cervezas de navidad que estoy tomando esta temporada quería dedicar una entrada de forma especial, a la elaborada por la cervecera belga St Feullien, una más de entre las muchas cerveceras recomendables de aquel país.
El nombre de esta cervecera se debe a un monje de origen irlandés y de nombre Feullien, que en el siglo VII de nuestra era, viajó desde su tierra natal hasta el continente para predicar el evangelio. Desafortunadamente, en el año 655 cuando se encontraba atravesando un frondoso bosque en las proximidades de la actual ciudad de Le Roeulx (entre Mons y Charleroi), fue capturado, martirizado y decapitado, por lo que posteriormente fue canonizado. Más adelante en el lugar donde se produjo el martirio, los discípulos y seguidores de Feullien erigieron una capilla, que se convirtió con el tiempo, en el año 1125, en la abadía de Premontrés, que más adelante sería conocida como la abadía de St. Feullien du Roeulx. Por este motivo aparece el año 1125 junto al nombre de St Feullien en la imagen de marca. La abadía prosperó durante los siglos posteriores, gracias en parte a la elaboración de cervezas, cómo no. Una más que tiene sus orígenes en un monasterio. Sin embargo, la producción y las actividades de la comunidad religiosa se vieron bruscamente interrumpidas durante las agitaciones que se produjeron en la Revolución Francesa. Algo que sonará a más de uno, ya que esto sucedió con numerosas abadías del norte de Francia y sur de Bélgica, cunas de algunas de las mejores cervezas que podemos disfrutar hoy en día.
Posteriormente la familia Friart se hizo cargo de la producción de la cerveza en 1873, año desde el cual ha estado elaborando cervezas hasta los años 70. En los años 20 se trasladaron a unas dependencias más modernas que las instalaciones originales. En 1977 cerró, pero sólo de forma temporal, ya que tan sólo 6 años después volvió a abrir, prescindiendo de la mayor parte de las marcas old lager que fabricaba, concentrándose en la gama de cervezas de abadía a la que llamaron St. Feullien. No obstante, muchas de las botellas que vemos hoy en día se producen en la actualidad bajo la licencia de la cervecera Du Bocq en la ciudad de Namur, siendo estas cervezas sutilmente distintas a las originales.
En la actualidad bajo el nombre de St. Feullien podemos encontrar:
- Una blonde.
- Una triple de abadía: la Tripel.
- Una brune.
- Y una cerveza de Navidad, denominada Cuvée de Noël, que es la que comentaré en la cata.
También produce una Saison, una cerveza especial a la que denomina Grand Cru, y la gama Grisette.


Cata:

Graduación:9º
Temperatura de servicio: 8ºC -10º C aproximadamente
Tipo de vaso recomendado: El vaso de cáliz es quizás el más adecuado.
Aspecto:De color rubí oscuro, cercano a un tono tostado. Presenta un notable grado de carbonatación, con abundante burbuja muy fina, que ayuda a generar una buena cabeza de espuma en la copa de entre 1 y 2 dedos de espesor. De color blanco, y bastante porosa, duró hasta más allá de la mitad de la copa, lo que es mucho para una cerveza de estas características, con una pronunciada concentración de alcohol.
Aroma:Muy aromática y de carácter afrutado y especiado. Dulzona. Muy típicamente belga y característica entre las cervezas de Navidad. Destacan los aromas a frutos oscuros, como ciruelas, uvas, y pasas. Algún toque más sutil de otras frutas más ligeras, como peras y manzanas, combinado con un poco de nuez moscada quizá que le da ese toque a la par especiado y dulzón, que potencia también la presencia de notas a azúcar candeal, caramelo y toffee.
Sabor y textura: Es una cerveza con bastante cuerpo, pero que al mismo tiempo, no cuesta beber. El sabor es muy parecido a lo que detectamos en el olfato. De entrada es dulzona, sin exagerar, donde encontramos una base de malta combinada con sabores a frutos maduros y dulces, lo que hace que tenga, lo que yo llamo un "carácter avinado", como le sucede a otras cervezas. Lo complementan las especias, y un toque a caramelo, y muy ligeramente el alcohol. Hay un fondo herbal y terroso por debajo provocado por el lúpulo, que no destaca, pero que contribuye a lograr una cerveza bastante equilibrada, con el alcohol muy bien disimulado, salvo un pequeño ardor al final. Finaliza con un regusto agridulce. En resumen, una gran cerveza, que para mi gusto destaca entre las de su género.
Maridaje: Acompaña muy bien cualquier guiso de carne contundente. En mi caso la disfruté con un estofado de carne de ternera con verduras delicioso.
Nota: 9/10

Comentarios

  1. Se me iba haciendo la boca agua a medida que te leía, pero me has rematado con el maridaje, jaja! Chiquillo, eso no se hace!!!!

    Bueno aprovecho también para darte las felices fiestas! Ya nos irás comentando las otras navideñas que vayas probando.

    Un abrazo, amigo!

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  2. La verdad es que me supo deliciosa, sorbito a sorbito con el estofado...mmm... es que mi mujer tiene muy buena mano con la cocina, jejeje. Bueno no quiero ponerte los dientes largos. En cualquier caso creo que esta noche lo vamos a hacer bien. Felices Fiestas y un abrazo!!!

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