Sly Fox Route 113, lupuloadictos al poder

De nuevo una cerveza estadounidense es la que ocupa el protagonismo del blog en una nueva entrada. En este caso se trata de un ejemplo de la pasión por el lúpulo de la que hacen gala los norteamericanos en sus potentes y sabrosas cervezas, y que en gran parte es responsable de la lupuloadicción que estamos experimentando los cerveceros en tierras ibéricas, siendo los estilos típicamente lupulados como las pale ale, y las ipas con todas sus variedades (doble/imperial ipa, triple ipa, black ipa,...) los más frecuentemente reproducidos por las microcerveeras españolas que están viendo la luz en los últimos tiempos, entre otros motivos por la gran acogida que están recibiendo este tipo de cervezas entre el público general. Como se puede intuir fácilmente por el título (con el permiso del compañero lupuloadicto), estamos hablando de una cervecera en la que el lúpulo ocupa un lugar privilegiado.
La cerveza de la que hablaré es la Route 113 de la cervecera Sly Fox de Pensilvania, una IPA con nada menos que 113 IBUs! de ahí el nombre escogido para la cerveza, como es fácil suponer. Está elaborada con maltas Pale British, y Crystal y lupulada con los habituales Centennial y Cascade y los no tan frecuentes en las ipas americanas German Northern y los East Kent Goldings provenientes del Reino Unido. Obviamente con esa carta de presentación no puede dejar indiferente a nadie. Una de las curiosidades que cabe destacar de esta cerveza es que la Sly Fox la presenta en diferentes formatos de envase, estando tanto disponible en vidrio como en lata, algo que por el momento no es muy frecuente, pero que por otra parte parece ser una pequeña señal más de que quizás estemos siendo testigos del inicio de la resurrección de la lata como envase para la cerveza, a pesar de resultar un tanto controvertido generando adeptos y detractores. Lo que no cabe duda es que los coleccionistas pueden estar de enhorabuena de confirmarse este resurgimiento del aluminio. En el caso concreto de la Sly Fox, la 113 no se trata de una excepción, sino que forma parte de una apuesta particular de la compañía, lanzando un número importante de cervezas  de forma paralela tanto en aluminio como en botella de cristal. En mi caso particular que me decanto particularmente por el vidrio, la adquirí en botella de 22 oz. lo que serían 616 ml.


Sobre la cervecera...
La Sly Fox es una cervecera estadounidense ubicada en el estado de Pensilvania. La compañía original que incluía cervecería y cantina fue creada por la familia Giannopoulos en la localidad de Phoenixville, Pensilvania, en diciembre de 1995. El nombre de la marca salió de una reunión familiar en la tradicional caza del zorro del condado de Chester, donde se instaló inicialmente la empresa.  Sly Fox vendría a querer decir "zorro astuto" en español.
La Sly Fox abrió un segundo local en Noviembre de 2004 en la población de Royesford, igualmente en el estado de Pensilvania, justo al lado de la ruta 422 al noroeste de Philadelphia. La cervecería y cantina original se trasladó al otro lado de la misma calle en 2010, desde su ubicación inicial, con el objetivo de obtener más espacio, un parking para clientes y salones para el "festival anual de Bock" y la "carrera de la cabra", dos de las originales actividades impulsadas por la cervecera.
La capacidad de producción de cerveza se vio triplicada en 2012 con la apertura de una nueva cervecería en Pottstown. En las nuevas instalaciones es posible fabricar hasta 50 hectolitros de cerveza por 3 veces al día, lo que nos puede dar una idea de la envergadura de la que goza la empresa en la actualidad. 
Otro de los aspectos de interés que ofrece esta micro norteamericana, y como muestra del gusto por las cervezas lupuladas, es el denominado IPA Project. Este proyecto comenzó en 2004, con motivo de la celebración del noveno aniversario del nacimiento de la microcervecera. La Sly Fox creo una serie de 8 variedades diferentes de IPAs, cada cual eleborada con un único tipo de lúpulo diferente. Los 8 tipos de lúpulos fueron además utilizados a su vez para elaborar la cerveza Odyssey, la primera Imperial IPA de la cervecera. Cada año la edición del IPA Project dentro de las actividades de celebración del aniversario, incluye un festival donde se sirven de barril, cada una de las variedades elaboradas, la Odyssey y el buque insignia de la cervecera, la  Route 113. En 2005 el IPA Project continuó ofreciendo diferentes cervezas, pero en esta ocasión utilizando 9 clases difererentes más una reedición de la Odyssey con un lúpulo más. En 2006 el IPA Project volvió a reeditar las 3 mejores "single-hop IPAs" de 2004 y de 2005 e incluyó cuatro nuevas, obteniendo un total de 10 variedades diferentes. La edición de 2007 se enfrentó a un gran obstáculo, ya que desgraciadamente un importante incendio que tuvo lugar aquel año en Yakima (Whasington), afectó a una de las mayores plantaciones de lúpulo de Estados Unidos, y destruyó nada menos que 2 millones de libras de lúpulo. En consecuencia muchas variedades de lúpulo escasearon, pero a pesar de ello se elaboraron 11 referencias diferentes, pero en lotes de menor tirada. Las diferentes clases de lúpulo usadas en cada una de las ediciones fueron:
  • 2004: Cascade, Amarillo, Centennial, East Kent Golding,  Styrian Golding,  Target, Simcoe, Fuggle
  • 2005: Willamette, Ahtanum, Northdown,  Progress, Santiam, Santiam, Galena, Challenger,  Glacier, Chinook
  • 2006: Vanguard,  Warrior, Northdown,  Palisade, Simcoe, Nugget, Cascade, Newport, Magnum, Challenger
  • 2007: Nelson Sauvin, Chinook, Chinook, Galena, Amarillo,  First Gold, Centennial, Southern Cross, Target, Phoenix, Pacific Jade, Magnum

Queda claro con esta exhibición  que respecto al uso de los lúpulos Sly Fox es un referente a tener en cuenta, en especial para los que tengan una inclinación personal por este ingrediente de la cerveza.

Cata:

Graduación: 7º
Temperatura de servicio: 9ºC-10ºC
Tipo de vaso recomendado: Vaso de pinta americano.
Aspecto: De color ámbar oscuro, algo velada y traslúcida, forma una cabeza de espuma de aspecto atractivo e imponente. Con cerca de 3 dedos de espesor y de apariencia muy densa y compacta, tiene una gran duración, sin que llegue a desaparecer completamente en ningún momento. Deja rastros como hilos de encaje adheridos al vidrio.
Aroma: Potente, contundente y con gran duración. Las sensaciones perduran durante "largo" tiempo en nariz. Destacan especialmente las notas lupuladas, destacando los matices terrosos y resinosos, por encima de los cítricos esperados (limón principalmente), teniendo en cuenta el Cascade. También aparecen de fondo notas a caramelo, galleta y algo de frutos secos.
Sabor y textura: De textura cremosa, y cuerpo medio-alto, ligeramente por encima de la media en el etilo y carbonatación destacable. El caramelo es perceptible desde el comienzo, pero enseguida los lúpulos logran acaparar toda la atención colocándose por encima de la malta proporcionando dosis de amargor crecientes, con matices cítricos y coníferas, pero que de nuevo se intercalan con matices de caramelo, biscuit y mantequilla, proporcionados por una sólida base de malta, resistiéndose a desaparecer en medio del trago. A medida que se calienta son más perceptibles estos matices maltosos a mitad del trago, y sin embargo el alcohol se muestra en todo momento muy comedido. El amargor finalmente gana la batalla hasta el regusto final que resulta profundamente amargo y algo áspero, que para mi gusto le resta algún punto. Buena IPA aunque no sobresaliente.
Maridaje: Pollo al estilo cajún.
Nota: 

    Comentarios

    1. La probé el año pasado y la verdad me gustó bastante. Fue la primera IPA (americana) que tomaba en lata y la verdad creo que es un formato que se adapta fantásticamente a este tipo de cervezas.

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      1. He leido varias opiniones al respecto que coinciden con la tuya. Al parecer el aluminio encaja bien con este estilo de cerveza. Será cuestión de probarla. De hecho tengo ganas de hacer comparativas entre la versión en lata y la versión en botella. A medida que lleguen más cervezas en este formato las iré probando, a pesar de las reticencias personales que mantengo frente a este tipo de envase para la cerveza, y eso que soy coleccionista de ellas. Salu2!

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    2. Esta en concreto no la he probado y eso que le tenía muchas ganas porque es una marca que ofrece garantías. Sobre las latas, cómo te decía no hace mucho, en la Punk por ejemplo noté una diferencia abismal (a favor de la lata) y en las crafts de USA son todo un movimiento. Además, aunque no es mi caso, es toda una gozada para el coleccionista, jeje! Tendremos que sentarnos y comparar entre varias...

      P.D. Ya he visto el ingreso en mi número de cuenta (por los derechos de usar "Lúpuloadicto", jejeje).

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      1. Sly Fox tiene en su portfolio cervezas muy interesantes. Esta American IPA sin duda es una buena cerveza, pero para mi gusto particular, noté un tanto agresivo y áspero el amargor final, y creo que le faltaba un punto para estar bien rematada. Aún así no me disgustó en absoluto. Por otra parte, ya estoy al tanto del resurgir de las latas de cerveza dentro de las crafts americanas, con unos diseños muy atractivos, que como coleccionista ya les estoy echando el ojo. Habrá que buscar estas ediciones en lata y poder hacer la comparativa como se debe. Esto es algo que tengo pendiente a corto plazo.
        Con respecto al uso de tu nombre, en lugar de euros podría hacerte un "ingreso" de etiquetas para arreglarlo, jejeje. Salu2!

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      2. Efectivamente, hay cada lata más chula... la pena es que aún no nos lleguen muchas (como mucho habré visto 10). Sobre el "ingreso", jejeje!! Cómo me conoces... soy muy fácil en el fondo... ¡Saludos Juan!

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    3. JAB, eres un tipo complejo. Te decantas más por el vidrio, ¡pero coleccionas latas! Endevé... jaja.

      Buen post. No he tenido la oportunidad de hacerme con esta birra, pero no me importaría nada hacerlo; pinta realmente bien.

      Entre lata y botella, no tengo ningún prejuicio en contra de la primera, pues muchos de los que apuestan por ella parece que están haciendo los deberes en cuanto a calidad del envase, que no deja ningún rastro de sabores extraños en la boca.

      Es más, a priori debería ser mejor para la conservación de cervezas por el tema de la luz; y más una de bien lupulada como la Route 113.

      Me uno a la diferencia abismal de Pau en la Punk de lata, que además tiene la gran ventaja de que me la puedo llevar de excursión con gran comodidad. ¡Viva el montañismo cervecero!

      Saludos!

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      1. Sí Joan, efectivamente soy de mente inquieta y gustos refinados y complejos, jajaja. Mi afición por coleccionar latas de cerveza comenzó en una época en la que la mayoría de las cervezas de importación que llegaban a los supermercados de España venían en lata y me encantaba ir reuniendo montones de ellas de países diferentes, pero siempre he preferido beber la cerveza embotellada, o mejor aún de barril. Ahora parece ser que efectivamente por muchas opiniones que estoy leyendo, han trabajado duro para evitar que haya rastros de sabores transferidos del aluminio a la cerveza, y en teoría debería ser hasta más apto, como dices, para transportar y almacenar la cerveza, especialmente las lupuladas, evitando la incidencia negativa de luz y temperatura. Vamos, que me habéis convencido para investigar sobre el tema. Ya le he dicho a Pau, que mi idea es buscar ediciones en lata de cervezas que normalmente llegan en botella y hacer la comparativa entre ambas, y así despejar temores y prejuicios. Salu2!

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