Konichiwa!

 
 
Hoy vamos a dar un gran salto geográfico, y vamos a dotar al post de exotismo, para hablar de las cervezas más representativas del país del sol naciente.
Antes del viaje que hice a Japón el pasado año ya conocía alguna cerveza japonesa, como la Asahi y la Sapporo, dos de las cuatro cervezas japonesas, que han conseguido fama internacional. Aunque es algo complicado poder adquirirlas en un supermercado en España, resulta mucho más fácil tomarlas si váis a un restaurante de comida japonesa o incluso asiática. Junto con la Asahi, y la Sapporo, que son las más conocidas en nuestro país, se encuentran otro par de compañías cerveceras que exportan sus cervezas al resto del mundo desde el país de Shin-Chan y Doraemon, y que a pesar de ello, no llegué a conocer hasta el viaje a Japón que hice el verano pasado. Estoy hablando de la Kirin, y la Orion, que junto con la Asahi, y la Sapporo se podría decir que son los 4 magníficos dentro de la industria cervecera japonesa. Japón, en contra de lo que pueda parecernos en un primer instante es un país con gran tradición cervecera, y con un gusto y afición por la cerveza como en pocos países he visto. Allí cada noche en Tokyo, después de las largas jornadas de trabajo, las izakayas se ponen atestadas de oficinistas, hombres de negocios y jóvenes, dispuestos a pasar un buen rato compartiendo una botella de sake, o unas cuántas cervezas. Podría casi decir, que la pasión por el sake, y la cerveza casi se encuentran a la par, al menos en el ámbio urbano, en grandes ciudades como Tokyo, Osaka, o Kyoto. Predomina principalemente el gusto por las cervezas lager y pilsen, aunque también existen cervezas artesanales como la Minoh Aji, de la que hablaré en otro momento.



Asahi: Quizás el más importante productor de cerveza en Japón, entró con mucha fuerza en el mercado nipón, con el lanzamiento de su cerveza estrella: la Asahi Super Dry (mi preferida), que desde comienzos de la década de los 80 es quizás la cerveza más afamada y consumida en Japón. Las cervezas Asahi son conocidas ser suavemente aromáticas a lúpulo, con un perfil atenuado, pero a la par con un sabor limpio, vigoroso y muy refrescante

Se fabrica en distintas plantas de producción distribuidas por el país nipón, aunque destaca el singular edificio en "forma de jarra de cerveza con espuma", que tienen en la capital, Tokyo, cercano al tradicional barrio de Asakusa, y que puede ser visitado. Aparte, contiene una gran variedad de restaurantes, por lo que recomiendo que si algún día podéis ir a Tokyo, cuando visitéis el templo de Senso-ji, en Asakusa, os acerquéis cruzando el río Sumida al edificio de Asahi para hacer una visita.
Asahi, aparte de su cerveza estrella, también produce la cerveza Asahi Stout, siendo una excepción a los característicos sabores de Asahi.


Kirin: Kirin es una compañía de refrescos y cervezas muy extendida por todo el país, que llegó a ocupar dos terceras partes del mercado cervecero japonés, gracias a su principal cerveza, la Kirin lager. Esta cervecera arrastra una larga tradición desde la apertura de su primera fábrica en 1907 en Yokohama. Su hegemonía finalizó cuando Asahi lanzó al mercado la SuperDry, que desplazó del primer puesto en las preferencias de los nipones a la Kirin lager. También fabrica otras dos variedades de cerveza: la Kirin Ichiban y la Kirin Tanrei. Yo la que he tomado normalmente, tanto en los restaurantes donde la he encontrado en Madrid, como cuando estuve en Japón es la Kirin Ichiban. Sin dejar de ser una buena cerveza, con cuerpo, es una lager un tanto más común. Con muy poco amargor (y yo tengo predilección por las cervezas un poco más amargas), no tiene mantiene el mismo equilibrio que la Asahi Dry. Para mi gusto la colocaría en el último lugar con respecto a las otras tres.


Orion: Orion es una compañía con origen en Okinawa, en la zona tropical del país, cubre más del 50% del mercado de cerveza en las islas más meridionales de Japón, aunque también se encuentra extendida por diferentes zonas del país. Tuve el gusto de probar su Orion Premium Draft beer, en un restaurante de Kyoto, en el que el dueño, muy amable (como todos los japoneses), era de Okinawa. Decía con una gran sonrisa orgullosa, que es la cerveza de las cervezas.

Esta cerveza está fabricada pensando en la adaptarción a  un clima caliente y húmedo como es el de Okinawa, y también en gran parte del territorio japonés (no os quiero contar el calor que pasé cuando estuve el verano pasado, verdaderamente asfixiante). Investigando un poco he logrado saber que la malta y el lúpulo son importados de Alemania y la República Checa. Es una cerveza de estilo pilsner, que está dotada de un amargor mayor que la mayoría de las pilsner, precisamente por el uso de estos lúpulos bávaros y checos. Al servirla crea una espuma de color crema, con una mezcla maravillosa entre el dulzor y el amargor anteriormente comentado.


Sapporo: La Sapporo ocupa el cuarto puesto de las principales compañías cerveceras niponas, en lo que se refiere al volúmen de ventas, aunque hay muchísima gente que adora la sensación suave que deja en la boca y lo bien que entra. Esta compañía se fundó en la isla de Hokkaido en 1870, durante la modernización japonesa, y al cabo de poco tiempo, llegó a ser una firma conocida en todo el país, y también internacionalmente tras iniciar sus exportaciones. 

La primera vez que la probé fue en un restaurante de sushi en Manhattan, y me causó una sensación muy agradable. Era la primera cerveza japonesa que probaba y me impresionó por su sabor suave y ligero, con un punto peligroso, ya que entra con mucha facilidad y la graduación alcohólica pesa, por lo que hay que saber tomarla a ritmo pausado.

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