Corsendonk Agnus, buena representante de las cervezas de abadía


Tras los dos primeros posts del blog del año dedicados a cervezas de estilos no comentados hasta el momento, de nuevo regreso al que quizás es uno de mis estilos favoritos de cerveza existentes, las cervezas de abadía, para daros mi impresión acerca de la Corsendonk Agnus, una triple belga que ya os adelanto que me proporcionó una grata experiencia.

La Corsendonk recibe su nombre por el priorato del mismo nombre ubicado en tierras belgas, fundado en 1398 que disponía de una maltería y cervecería de prestigio. Los monjes de la abadía de Corsendonk, eran originarios en un comienzo de una orden Suiza, y no sólo se dedicaban a elaborar la cerveza, sino que eran conocidos por ser buenos copistas y maestros de latín. En el año 1784 el emperador austríaco Joseph II, que no estaba demasiado interesado en estas actividades contemplativas y de enseñanza de los monjes, decidió clausurar el monasterio, y en 1789 las propiedades del mismo fueron confiscadas tras la revolución francesa. Desde el siglo XIX en adelante, la tradición cervecera de la abadía de Corsendonk, fue continuada por Florentinus Keersmaekers, siendo la cerveza Pater, la primera de las producidas por la nueva cervecera. En 1982, la imagen de la marca Corsendonk de cervezas, fue presentada por vez primera por la empresa Keersmaekers en Oud-Turnhout, una antigua fábrica de cerveza que se había convertido en un minorista. A partir de entonces las cervezas comenzaron a ser producidas en otras plantas pertenecientes a otras compañías, como la belga DuBocq, que es precisamente la que fabrica la Corsendonk Agnus, y la Pater, que son las dos variedades más conocidas de entre las que oferta.

Dentro del portfolio de cervezas con la imagen de marca de Corsendonk se encuentran:
  • Corsendonk Agnus
  • Corsendonk Pater
  • Corsendonk Blond
  • Corsendonk Bruin
  • Corsendonk Christmas Ale
  • Corsendonk Abbey Brown Ale
  • Corsendonk Abbey Pale Ale
De todas ellas me centraré en la ficha de cata sobre la Corsendonk Agnus.

Por cierto, para los también amantes del queso (entre los que me incluyo) también es comercializado un queso bajo la misma denominación de Corsendonk. Este en concreto no lo he catado. No sé si habréis probado alguna vez los quesos belgas, pero algunos de ellos, aderezados con especias son auténticas exquisiteces.



Cata: 
Se trata de una cerveza de abadía de triple fermentación, con un diseño de botella algo singular. Presentada con vidrio oscuro y sin etiqueta, el logo con reminiscencias medievales, es grabado y pintado en blanco sobre el propio vidrio de la botella.

Graduación: 7,5º

Aspecto: Muy atractivo: Rubia, de color dorado, algo pálido, con una corona de espuma blanca, nívea y sedosa. Aunque no de gran amplitud es bastante persistente, con buena retención, dejando un rastro definido de puntilla adherido a la copa tras cada sorbo.  

Aromas: Muy aromática. Destacan los olores a malta y a frutos como pera y manzana. y cítricos (naranja?). Presenta notas de levadura, y especiadas, como suele ser habitual en las cervezas de abadía. También es detectable algún matiz floral.

Sabor: Estamos ante una cerveza de cuerpo medio y de sabor intenso y repleto de matices. La sensación en boca es muy agradable. Algo espumosa con pequeñas burbujas. Sus 7,5º de alcohol quedan muy bien disimulados. Resulta muy suave para el paladar, donde destacan los sabores dulces de la malta (y miel?) y los sabores afrutados que se corresponden con los aromas encontrados en la fase de olfato. Proporciona  poco amargor y finaliza con un regusto pronunciado, largo y seco.

En definitiva una cerveza muy recomendable en su género, muy buena acompañante por ejemplo para un risotto cremoso.

Nota : 8,75


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