Duchy Originals Organic Old Ruby Ale, a la salud del Prince Charles
Hace un tiempo leí en uno de los números de la revista Bar and Beer,
una pequeña reseña, donde se decía que la Corona Real Británica, y más
concretamente el Príncipe Charles, tenían su propio sello de cerveza
conocido como Duchy Originals.
Esta información me sorprendió a la vez que me provocó una gran
curiosidad, ya que desconocía que Carlos de Inglaterra tuviese su propia
marca de cerveza. En una de las recientes visitas a El Cervecero, me puede hacer con una botella de esta singular marca, concretamente la Old Ruby Ale, y tras degustarla, creí adecuado dedicar un post a esta cerveza en el blog.
Duchy Originals
en realidad no es una simple marca de cerveza, sino más bien un sello
de productos orgánicos, que intentan preservar las tradiciones
históricas de los alimentos y bebidas genuínamente ingleses. Aunque
muchos no lo crean, y a pesar de la imagen un tanto distante y elitista
del Príncipe Carlos, sus inquietudes y actividades ecológicas son
muy prolíficas, y ocupan un lugar relevante en su vida. De hecho, es
considerado como una de las 100 personalidades con mayor conciencia
ecológica del Reino Unido.
Uno
de los principales proyectos al respecto, es precisamente la fundación
del sello de productos de alimentación Duchy Originals en 1990, cuyas materias primas se producen en una granja orgánica de la localidad Highgrove.
Detrás de este proyecto no se encuentra sólo el interés del Príncipe
por la
ecología sino también una especie de nostalgia que flota entre la
sociedad británica, por el modo de vida
antiguo de Inglaterra. Así de este modo por ejemplo, se incentiva el
cultivo a pequeña
escala, en pequeñas explotaciones de carácter casero o familiar,
utilizando semillas autóctonas de la región tan sólo para
que no se extinga el gen autóctono y siga manteniéndose vivo. Gran parte de
los beneficios obtenidos que no son nada despreciables, se destinan a
financiar proyectos de conservación del medio ambiente, y distintas
obras sociales.
En
una nueva iniciativa para dejar patentes las credenciales ecológicas de
los productos que se venden bajo el sello Duchy Originals, el Príncipe
Carlos pretende incluir todo tipo de información detallada sobre los
gases emitidos como
resultado de la fabricación de estos productos.
Hasta el momento, el etiquetado de los productos ya aportaba distintos
datos: la composición, el gasto
empleado en elaborar el producto, etc
De
este modo se intenta demostrar al consumidor la relación existente
entre la fabricación de los productos y la posible contaminación
resultante, cuantificando las
emisiones de determinados gases. Como podréis imaginar, se toman muy en
serio la conciencia ecológica.
El
primer producto que lanzó al mercado fueron unas galletas de avena,
pero actualmente Duchy Originals fabrica una amplia variedad de
productos como mermeladas, postres, condimentos, sopas y caldos
preparados, embutidos, etc. y como no, cerveza. La cerveza se fabrica en el condado de Oxfordshire, a manos de la cervecera Wychwood, de la que ya he hablado en alguna ocasión en el blog.
Dentro
de las cervezas elaboradas bajo el sello Duchy Original encontramos la
Organic English Ale, la Organic Golden Ale, la Select Ale, la Summer
Ale, la Winter Ale, y la Organic Old Ruby Ale que es la comentaré en la
cata.
Cata:
Graduación:5,5º
Temperatura de servicio: 10ºC-12ºC
Tipo de vaso recomendado:Vaso de pinta británico.
Aspecto:De color ambarino, anaranjado, y brillante, genera un copete de espuma blanca de aproximadamente un dedo de espesor, con buena retención, ayudada por el buen nivel de carbonatación de burbuja fina. Deja continuos rastros bien definidos de espuma, muy atractivos con cada trago.
Aroma: Muy característico de este tipo de cervezas, donde
destacan los aromas a malta, galleta, mantequilla y caramelo
principalmente, unidos a una serie de matices florales y afrutados en
un segundo plano. Aromáticamente es una cerveza muy sugerente pero no
rebosa intensidad.
Sabor y textura: De cuerpo medio, y con una notable
carbonatación, aunque de burbuja fina, resulta en el trago algo
cosquilleante, aunque agradable. No suele ser muy habitual en cervezas
de este tipo. Se aprecian sensaciones gustativas similares a las
encontradas en la fase olfativa. Vuelve a aparecer la malta y el
caramelo como una base omnipresente. Quizás se acentúa un poco el
carácter afrutado, dejándose entrever manzanas y algún otro fruto
agridulce de tipo tropical, junto con matices herbales. Finaliza con un
regusto amargo de mediana intensidad.
Maridaje:Pavo asado con guarnición de ciruelas y manzanas.
Nota: 7,25/10
Genial entrada, desconocía esta historia por completo. Me encantaría hacerme con alguna de estas birras, que por cierto tienen un aspecto muy elegante. In abrazo JAB!
ResponderEliminarA mi me sorprendió desde luego, esta faceta tan "humana" de Carlos de Inglaterra, que suele ser un personaje que cae generalmente antipático. Pero cierto es que pone mucho empeño en este proyecto. De las cervezas sólo he podido probar esta, pero estoy al tanto de si consigo alguna otra. Del resto de productos, tengo entendido que todo lo de repostería resulta exquisito. Un abrazo Joan!
ResponderEliminarSuscribo lo dicho por Birraire, la botella tiene un aspecto impresionante y también me ha entrado la curiosidad por probarla. Es que estos de El Cervecero siempre consiguen rarezas de esas que no ves en ningún otro sitio...
ResponderEliminarAh, y cambiando de tercio, ayer por fin jugasteis de tu a tu, aunque el final fuera el mismo, ^^!!
Un abrazo JAB!!!
Curiosa historia, desde luego :). Nunca he probado una cerveza de esas que se venden como "orgánicas" o similar... uf, es que hay demasiado que probar :-).
ResponderEliminarPor cierto, la última vez que hice un pedido a elcervecero.es vino Evert a traerlo (eran casi 100 botellas, en mi empresa ya he convencido a unos cuantos para que se apunten :-D) y le dije que siempre conseguía rarezas que en otros sitios no se veían. Es un tío super majo, pero no soltó prenda :-D.
La pinta es brutal, no la perderé de vista. Y como todos los demás, estoy bastante sorprendido por la conciencia ecológica del príncipe Carlos, sobretodo teniendo en cuenta su pasión por la caza del zorro.
ResponderEliminarUn saludo