Kulmbacher Eisbock, la cerveza nacida del hielo


Durante mi viaje a Baviera allá por el verano de 2005, descubrí una pequeña ciudad pintoresca llamada Kulmbach en el norte del estado bávaro, en la región de Franconia. El principal motivo por el que acabamos allí era la reputación cervecera de la ciudad, donde se encuentra un museo sobre la cerveza. Pero sobre todo fue tras enterarme en la guía turística que nos habían proporcionado, que existía un festival de cerveza en Kulmbach (Kulmbacher Bierwoche) en verano, patrocinado por la cervecera Kulmbacher AG y que merecía mucho la pena. A este festival acuden aproximadamente 100.000 personas en cada edición, con lo que podéis haceros una idea de la magnitud del evento. No es el festival de la cerveza de Munich, pero es bastante interesante, puesto que allí podremos disfrutar de la gama de cervezas que oferta la Kulmbacher, entre otras, donde podremos encontrar por ejemplo una excelente Schwarzbier y su célebre EKU 28, con muchas menos restricciones y algomeraciones que en el archiconocido festival muniqués, y al que recomiendo su visita. En la fotografía de abajo me podéis ver entre dos de los enormes barriles que colocan en la plaza principal.
Hoy voy a hablar sobre una de las cervezas que más merecen la pena de entre las que fabrica la Kulmbacher, su Eisbock, que pude encontrar recientemente en Cervezorama dentro de una partida especial de cervezas alemanas que recibieron.

Sobre la cervecera...
El nombre de Kulmbach ha ocupado un lugar muy especial el el corazón de los amantes de la cerveza, en especial, en Alemania, un país donde el arte de la elaboración de la cerveza viene de muy lejos, de siglos atrás, formando parte de la vida cotidiana de los habitantes del norte de Baviera.
En el año 1846, los cerveceros Johann Konrad Scheiding,
Johann Wolfgang Reichel y Johann Martin Hübner se unieron para fundar la fábrica de cerveza que constituyó la primera piedra donde se cimentó la Reichelbräu Kulmbacher.
La Reichelbräu experimentó un crecimiento espectacular con el paso de los años, llegando a exportar la cerveza Kulmbacher a prácticamente todos los rincones de la geografía de Alemania. Este proceso de crecimiento no fue interrumpido por la obvia disminución de ventas en las regiones centro y este de Alemania después de 1949, con la división política del país. Tras la reunificación alemana en 1990, las cerveceras tradicionales Sternquell y Braustolz de Sajonia, así como la compañía de agua mineral, Bad Brambacher fueron adquiridas. y más tarde, en 2003 fue adquirida también la Scherdel Hof.

En 1996, la origina e independiente Reichelbräu, y las cerveceras Sandlerbräu, Mönchshof y EKU se fusionaron para constituir la cervecería Kulmbacher AG. Hoy en día podemos encontrar en su amplio portfolio varias marcas: la premium Kulmbacher, la marca especializada Mönchshof, la cerveza Weizen Kapuziner y la tradicional cerveza EKU, todas ellas como sellos independientes con sus propias recetas e ingredientes. Esta variedad de cervezas justifica la reputación de la ciudad de Kulmbach como la capital de la cerveza en la sombra.

La Kulmbacher Brauerei AG es la única cervecera alemana que incorpora en su logo impreso en las etiquetas, el escudo municipal de la ciudad donde se encuentra ubicada la fábrica.
Desde la temporada 2006/07 es la cerveza oficial del equipo de fútbol FC Nürmberg. La compañía adquirió los derechos de publicidad conjuntos de club de fútbol al que patrocina.

Sobre las Eisbock...
Literalmente significa "la bock de hielo", ya que la palabra  "Eis" quiere decir hielo en alemán. Este estilo también es conocido en la región como "Bayrisch Gefroren" (helado de Baviera) . Se trata de un estilo de cerveza bastante particular y difícil de ejecutar. Como su propio nombre indica, la cerveza sufre un proceso de congelación, que provoca que se vaya concentrando a lo largo de diferente fases, obteniendo una cerveza con mucho más alcohol que por ejemplo las Doppelbock, estilo con el que podríamos decir que mantiene un cierto parentesco. Se suelen caracterizar por ser más oscuras, de sabor más intenso  y con mayor concentración de alcohol que las doppelbock. La gran dificultad que entraña la elaboración de una cerveza de este estilo radica en que cualquier "defecto" o desviación que pudiera tener la cerveza va a agudizarse en el producto final obtenido, por lo que generalmente no suele ser un estilo muy trabajado por las cerveceras artesanales, y mucho menos por los fabricantes caseros. 
Su descubrimiento se debe a una coincidencia. Según se recoge en las crónicas de la cervecería Kulmbacher, en algún momento de comienzos del siglo XX, un aprendiz que trabajaba para la fábrica, en un frío día de invierno, olvidó llevar dos barriles de cerveza Bock hasta el sótano de la cervecería. Los barriles se quedaron a la intemperie, y con el paso de los días se cubrieron de nieve y se congelaron, pero el olvido del muchacho no fue descubierto hasta la primavera siguiente. Los barriles por pura ley física, habían reventado y el aprendiz se llevó una buena reprimenda por parte del capataz. Pero curiosamente el descuido del chico se transformó en un golpe de suerte porque bajo la capa de hielo, lo que se encontraba en el tonel, era una cerveza Bock, de sabor más fuerte y un alto volumen alcohólico.


Cata:
Graduación: 9,2º
Temperatura de servicio: 12ºC 
Tipo de vaso recomendado: Copa en forma de balón.
Aspecto: Se trata de una cerveza de un tono rubí oscuro cercano al negro. La carbonatación es visible junto al cristal. Forma una corona de espuma de color blanco de 1 dedo de espesor aproximadamente, pero que rápidamente queda reducida a una fina capa que dura hasta prácticamente apurar la copa. Deja algunos rastros visibles de espuma pegados al vidrio.
Aroma: Aromática y compleja. En nariz destacan los aromas a malta, caramelo, pan,y algo de alcohol, junto con notas afrutadas, principalmente frutos oscuros como ciruelas, higos, pasas, y también algunos frutos del bosque como moras y frambuesas. También se aprecian ciertos matices a madera, incluso muy sutilmente algún rastro ahumado. Apenas se deja intuir alguna evidencia floral proveniente del lúpulo.
Sabor y textura: Muy sabrosa. Resulta una cerveza muy bebible a pesar de su intenso sabor y volumen alcohólico. Con un cuerpo medio-alto, y un nivel de carbónico . Destaca por su carácter maltoso, con predominio de tostados, caramelo y fruta, principalmente frutos oscuros, con matices avainillados. Los sabores se encuentran muy bien mezclados en su justa proporción, no resultando en exceso dulce, ni tampoco alcohólica, a pesar de que el alcohol aparece pronto en el trago, y está presente pero sin molestar. De nuevo se vuelve a notar, con un ardor moderado al final del trago, ayudando a proporcionar un regusto seco y algo amargo.
Un excelente ejemplo del estilo al que pertenece. Altamente recomendado para quienes gusten de las cervezas maltosas y sabrosas.
Maridaje: Ideal acompañando a algunos postres, como una milhojas con mousse de chocolate y plátano.

Nota:

Comentarios

  1. Interesante lo del festival, habrá que tomar nota... aunque creo que no coincido en fechas este verano :-(.

    Y la cerveza qué bien pinta. La única eisbock que he probado (que recuerde) es la Aventinus, que supongo que vendría a ser una weizen eisbock. A ver si me hago con una de estas :-)''''...

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  2. El festival merece la pena, y si has echado un vistazo a las fotos que aparecen en la web del enlace que he puesto, verás que es muy pintoresco y animado. En cuanto a la cerveza en sí, francamente es excelente, aunque quizás un punto por debajo de la Aventinus, pero por poco. Efectivamente la de Schnneider es una weizen Eisbock que roza la perfección. Una de las mejores cervezas alemanas, pero esta de Kulmbacher es también muy recomendable y digna de estar entre las mejores cervezas germanas del momento. Salu2!

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  3. Interesantísimos los detalles como siempre, amigo! En cuanto a eisbock, de las que he probado sin duda me quedo con la versión de Aventinus, espectacular! A ver si me consigo hacer con ésta Kulmbacher!

    Ah, y me imagino al tipo que lo descubrió por accidente... Fino se tuvo que poner con la "sorpresita"... jejeje!

    Saludos!

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    1. Sí, la Aventinus es portentosa, pero esta resulta también francamente buena. En cuanto a la aparición de las eisbock, como muchas otros grandes descubrimientos de la historia fueron fruto de la casualidad! Salu2!

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