Cervezas venidas del frío (iv): Sigtuna

Dentro de la serie de posts dedicados a las cervezas que provienen de países tradicionalmente fríos por su latitud, ya había hablado de una micro noruega y otro par danesas. Bien, ahora toca el turno de una cervecera de Suecia, que no se están por la labor de quedarse atrás, ni mucho menos.
Bajo la trayectoria de los aviones que llegan al aeropuerto de Estocolmo (Arlanda) se encuentra ubicada la cervecera sueca Sigtuna, una micro perteneciente a la nueva ola cervecera que está viviendo Suecia en los últimos años, en paralelo a un fenómeno que también se está reproduciendo tanto en sus vecinos países escandinavos, como en otros países europeos, sin ir más lejos, el nuestro.
La historia de Sigtuna Brygghus, que es el nombre real de la microcervera, comenzó en el año 2005 cuando un par de amantes de la cerveza, grandes aficionados del homebrewing y auténticos frikis de la cerveza se juntaron con el objetivo de aunar esfuerzos para un proyecto común: la creación de un cervecera. Durante los primeros años, tal y como ha venido sucediendo en numerosas ocasiones, la fábrica de cerveza comenzó siendo un hobby para ellos, pero en 2009 decidieron dar un paso hacia adelante. Mattias Hammenlind, principal impulsor y responsable del despegue de la cervecera, comenzó a trabajar en la fábrica como maestro cervecero en enero de ese mismo año y antes de que comenzara el 2010 ya habían contratado a una persona más a tiempo completo y se había triplicado la producción de 35.000 litros a nada menos que 100.000 litros de cerveza, y en 2010 ya habían alcanzado los 250.000 litros anuales. Para satisfacer la creciente demanda de sus cervezas, cuenta con la ayuda de Emil Linden, que Mattias describe como el "hombre que trabaja más duro en la industria cervecera" y su "socio en el crimen", aunque el funcionamiento de la fábrica de cerveza sigue estando construido sobre los pilares que no son ni más ni menos que los mismos propietarios trabajando duro varias horas a la semana de forma "gratuita".
Las cervezas que fabrica Sigtuna  tienen su inspiración en las cervezas británicas por su tradición y en las estadounidenses por su carácter innovador y arriesgado, así es fácil comprender por qué los principales ingredientes utilizados para la elaboración de muchas de sus cervezas son maltas británicas y lúpulos norteamericanos. Mattias consiguió tocar la fibra sensible de los bebedores de cerveza en Suecia, lanzando al mercado cervezas tan originales como la Black October, una Schwarzbier bastante interesante.
Desde hace un año y medio aproximadamente es posible encontrarlas en algunas de las tiendas especializadas de nuestro país. En el portfolio de esta micro existe una variedad considerable pudiendo encontrar: Desde una pale ale, o una IPA hasta una Imperial Stout pasando por una Saison. En el presente post comentaré una de sus cervezas: la South Pacific Pale Ale,  que fue la última que probé de la cervecera sueca. En este caso emplearon lúpulos neozelandeses en su elaboración de ahí el nombre de la cerveza.



Cata:

Graduación: 5,4º
Temperatura de servicio: 8ºC
Tipo de vaso recomendado:Vaso de pinta británico o copa en forma de tulipa.

Aspecto: De color ámbar, transparente, crea una amplia y generosa corona de espuma de color blanco de casi dos dedos de espesor.

Aroma: Las notas maltosas a toffee y caramelo llegan con nitidez a las fosas nasales. Más cerca de una ipa que de una pale ale, resulta notablemente afrutada, destacando principalmente notas cítricas y algunas de frutos tropicales como mango, aunque un poco más tímidas. También se reconoce un punto ligero punto de hierba húmeda recién cortada. Es el mejor aspecto de la cerveza.
 
Sabor y textura: De cuerpo medio y carbonatación media-ligera con burbuja mediana, en boca se perciben matices dulces de caramelo acompañados de otros sabores provenientes de los lúpulos como mango, piña y hierba. Finaliza un tanto áspera y astringente con un regusto resinoso y amargo.

Maridaje: Tallarines con salmón.

Nota:

Comentarios

  1. No me resulto una cerveza de la leche, muy cítrica, pero es la unica que hemos probado de esta cervecera

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    1. No, sin duda. A mi me agradó pero sin mucho entusiasmo. Me gustó sobre todo el aroma con ese toque cítrico y fresco, pero poco más. Sin duda hay otras cervezas del mismo género más recomendables y por un precio más asequible. De esta cervecera he probado alguna cosa más y salvo alguna excepción no destacan especialmente. De las suecas me quedo antes con las Hantverksbryggeriet que tiene algunas cervezas muy respetables como la Baronen, y aparte unas etiquetas muy divertidas.

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    2. Si de esas la kosacken es estupenda

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  2. Esta cervecera me ha dado sensaciones muy dispares. Por un lado me he topado con verdaderas joyas (por ejemplo Midvinterblot), pero muchas otras son simplemente juguetonas con el aroma, y para el precio que cuestan les falta algo más de "chicha"... No se si me explico, jeje! Están bien como curiosidad, por probar suecas de inspiración yankie y tal pero antes me quedo con otras de más cerca.

    Saludos!

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    1. Te explicas perfectamente y estoy de acuerdo. Normalmente las nórdicas suelen ser bastante subidas de precio por distintas razones, y cierto es que las probamos por curiosidad, por saber qué se cuece por "allí arriba", pero a veces no merece la pena el desembolso respecto a lo que encontramos en botella, pero bueno, de vez en cuando alguna sorpresa agradable hay. Como le decía a Alberto, de las suecas me quedo con otra microcervecera de nueva generación, la Hantverksbryggeriet, que supongo que ya conocerás, sobre todo por sus simpáticas etiquetas, de la que ya hablaré otro día.
      Salu2!

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