Rooie Dop Chica Americana, una ipa Holandesa al estilo americano



De mi reciente visita a los Países Bajos, me pude traer una pequeña muestra cervecera de lo que puede ofrecernos el mercado de las micros holandesas en la actualidad, al margen de las más conocidas como De Molen, 't Ij y De Prael, por ejemplo. Ya hablé de la Mommeriette Scheerse, una triple de estilo belga muy aromática. En esta entrada voy a hablar de una de las recomendaciones del personal de la tienda Bierkoning, donde adquirí cada una de las botellas que incluí en el equipaje de vuelta. Se trata de la Rooie Dop Chica Americana, una IPA elaborada por la micro Rooie, y que lleva en su composición nada menos que 4 tipos de malta diferentes y otros tantos tipos distintos de lúpulo. Entre las maltas tenemos la munich, la cara, y por supuesto la pale, y además avena. Y entre los lúpulos tenemos los norteamericanos Cascade y Amarillo, habituales en este tipo de cervezas junto con el Columbus, y Chinook, que son algo menos frecuentes, aunque también sobradamente populares.
Sobre la microcervecera decir que es de muy reciente creación. Fundada en 2010 por tres amigos  cerveceros (Cees, Jos y Mark), que tras haber viajado por diferentes países del mundo probando multitud de cervezas, tomaron la decisión de crear una cervecera que estuviese afincada en su Holanda natal. 
Cees es el cervecero más conservador de los tres, siempre en contacto con las cervezas más clásicas, ayuda a los otros dos a mantener los pies en el suelo. Jos es un amante de la cerveza alemana, normal, siendo nacido en la ciudad de Limburg. Es quien tiene un mayor potencial dentro de lo que es la elaboración propiamente dicha. Y finalmente Mark, el más extremista de los tres, es un auténtico fanático de los IBUS y es quien más ha viajado a través de diferentes países empapándose de los diferentes estilos que ha ido encontrando. Siempre está buscando cervezas innovadoras y transgresoras ya sea en número de IBUS, o en ingredientes poco habituales. Con estos tres perfiles tan dispares pero al mismo tiempo tan complementarios, decidieron embarcarse en el proyecto de una nueva micro.
Eligieron un pequeño y modesto local en la bella ciudad de Utrecht, un viejo muelle bodega en la zona de los canales de la ciudad, donde pudieron comenzar a elaborar y vender sus propias cervezas. Tras las lógicas y numerosas pruebas iniciales han logrado dos grandes cervezas comercializadas, una la IPA Chica Americana y la otra la Double Oatmeal Stout, ambas elaboradas en las instalaciones de la prestigiosa De Molen, contando con la inestimable colaboración de los miembros de su plantilla. Pero actualmente disponen de una veintena de cervezas en pruebas a la espera de ser lanzadas a la venta.



Cata:

Graduación: 7,1º
Tipo de vaso recomendado: Vaso de pinta americano
Temperatura de servicio: 10º C

Aspecto: Atractiva. De color a medio camino entre el naranja intenso y el ámbar, con un elevado grado de turbidez. Aspecto compacto al que ayuda también la densa y amplia capa de espuma blanca, de muy buena duración y consistencia, que deja rastros bien definidos en el vaso en forma de aros.

Aroma: Cerveza bastante aromática, que despliega un típico conjunto de olores habituales en cervezas de este estilo, con lúpulos de los tipos empleados. Destacan las notas que provienen de los lúpulos, con toques afrutados, principalmente cítricos y florales, donde podemos apreciar además claramente pino, algo de hierba húmeda y resina.

Sabor y textura: Cerveza de cuerpo considerable, y carbonatación moderada. Bastante bien balanceada, aunque quizás con un peso mayor del caramelo de la malta en un comienzo, que se equilibra rápidamente cuando los lúpulos entran en acción. Replicación de los aromas en forma de sabores en boca, aunque quizás se eche en falta un poco más de profundidad: caramelo, algo de toffe y matices afrutados como manzanas ácidas y pomelos, junto con un toque resinoso y herbal. Final claramente lupulado con un amargor que mediana intensidad que tarda en desaparecer, dejando una sensación reconfortante. Una buena cerveza que se encuentra al nivel de otras IPAs más conocidas en el mercado, aunque sin llegar a la las cotas más altas del estilo. Aún así para ser una de las dos primeras cervezas de esta pequeña micro, es muy buen comienzo. Repetible y recomendable igualmente.

Maridaje: Tallarines a los cuatro quesos: Emmental, Parmesano, Cheddar y Roquefort.

Nota:

Comentarios

  1. Malo sería que elaborando en De Molen no sacasen una buena cerveza. En fin, mucha envidia estás dando últimamente, luego no te sorprendas si encuentras tu casa saqueada y empiezo a comentar cervezas holandesas sin motivo aparente :)

    Un saludo

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    1. De De Molen prácticamente me ha gustado todo lo que he probado, pero es tanta la variedad... que también tienen algún garbancito negro entre tanta maravilla, como le pasa a Mikkeller, aunque por otros motivos. Por cierto vigilaré periódicamente mi reserva por si me falta alguna, sobre todo si la veo comentada por vuestro blog. Salu2!

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  2. La verdad es que cuando la ví por aquí no dudé un segundo en hacerme con ella y tengo que reconocer que a pesar de las enormes expectativas que tenía con ella no me terminó de convencer, no sé. Igual soy muy exigente con el estilo pero entre sugerentes aromas de lúpulo encontré algo que no acerté a descifrar (sobretodo en nariz y que no me terminó de gustar) lo cual, junto con una carbonatación un tanto descontrolada y algo falta de "chicha" de fondo me dejaron algo decepcionado. No se la razón pero con algunas de las primeras De Molen que probé hará un par de años también pasaba lo mismo con una espuma y carbonatación excesiva así que supongo que será cuestión de tiempo que esté mucho más redonda y ajustada (más que nada por el nivel de tantas de las DeMolen actuales).

    Saludos compañeros!

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    1. Si una cerveza tiene un exceso de burbuja hace que pique demasiado en lengua y enmascara mucho lo que hay por debajo, y ciertamente resulta molesto. Esto pasaba por ejemplo con las primeras Domus Aurea, y luego sin embargo las que he probado posteriormente, me han gustado cada vez más, corrigiendo entre otros puntos ese detalle. Efectivamente el exceso de carbónico en la mayoría de los casos, resulta un aspecto negativo, pero en lo que respecta a esta cerveza, al menos la que probé yo no presentaba este defecto. Quizás diría que el sabor en el trago tiene un recorrido incompleto, como si cuando estuvieses esperando a que la malta y el caramelo tomaran fuerza, fuera detenido abruptamente por los matices resinosos y florales, y me resultara pelín descompensada. Aún así no me disgustó en absoluto, pero me da la impresión de que deben estar trabajando en la receta y la están mejorando. Algo parecido te ha debido pasar con las De Molen que comentas. Tal y como decía a Embracing, alguna nota discordante, aunque no en exceso, me he encontrado entre las cervezas "del molino", y creo que se debe a que algunas recetas tardan un tiempo en perfeccionarlas. Son tantas y tantas las que tienen en su gama. Eso sí, otras son una auténtica obra maestra. Salu2!

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