Taras Boulba, una cerveza, un nombre, una historia
Como ha quedado de manifiesto en numerosas entradas del blog que he escrito durante estos casi 3 años, me apasionan las bonitas historias que se esconden muchas veces detrás de una buena cerveza. En el caso particular de la entrada de hoy, se trata de un buen ejemplo de lo que sería una pale ale de estilo belga a la que le pusieron un nombre cuando menos atractivo, que hace referencia a una célebre novela homónima. Me estoy refiriendo a la Taras Boulba fabricada por la cervecera belga La Senne.
Taras Boulba, así tituló el escritor de origen eslavo Nikolai Gogol su obra más conocida, una novela histórica que transcurre en el siglo XVI, enmarcada dentro de lo que se conoce como nacionalismo romántico y que narra las aventuras de un viejo cosaco llamado Taras Boulba y sus dos hijos Ostap y Andréi, que tras estar varios años separados se reúnen y emprenden un viaje épico la Sich de Zaporozhia ubicada en Ucrania donde se unen a otro grupo de cosacos en plena campaña bélica contra Polonia. Dentro de la historia aparece un drama romántico protagonizado por uno de los hijos de Bulba que se enamora y se casa con una chica polaca, el enemigo. Sin duda alguna la popularidad de la novela se incrementó gracias a la adaptación cinematográfica que se llevó a cabo en 1962, y que plasmó en la pantalla la historia del viejo cosaco de la mano de inigualable Yul Briner y Tony Curtis. En la etiqueta se ve cómo un padre encolerizado está a punto de estampar un barril de cerveza sobre su hijo, flamenco, vestido de novio, por haberse casado con una chica de Valonia, con lo que trata de establecerse un paralelismo con parte de la historia de la novela.
Sobre la cervecera y sus cervezas...
La Sienne es una pequeña cervecera belga que nace de la mano de dos apasionados cerveceros de Bruselas, Yvan De Baets y Bernard Leboucq, que como suele suceder en la mayoría de los casos de este tipo de pequeños productores, mantienen el objetivo de elaborar cervezas de acuerdo a los antiguos métodos tradicionales de elaboración, empleando únicamente las materias primas base (agua, malta y lúpulos nobles) para la fabricación de sus cervezas, sin añadir ningún tipo de aditivo. Tampoco son filtradas ni pasteurizadas, refermentan de nuevo en barril y en botella y se caracterizan por tener un sabor complejo y una personalidad bien definida, que las hace distinguibles de otras cervezas.
Hasta hace unos años mantenían una pequeña fábrica en Sint-Pieters-Leeuw, de donde se mudaron en el otoño de 2010 a unas nuevas instalaciones más amplias en Bruselas donde se encuentran en la actualidad.
Aparte de las características intrinsecas de color, aroma y sabor de sus cervezas, es fácil reconocerlas a simple vista por las originales etiquetas de estética de propaganda de los años 20 y 30 que adornan las botellas. En el caso de la Taras Boulba sucede así, acercándose también a la iconografía del comic. Y en el resto de las cervezas de su portfolio sucede algo similar como se puede apreciar en las imágenes que acompañan la presente entrada.
La Zinne Bir: Una cerveza rubia dorada, de 6º de gusto complejo y afrutado con un largo final marcado por el lúpulo.
La Stouterik: Una stout de estilo belga, con 4,5º de alcohol y clara influencia irlandesa, con abundancia de notas complejas tostadas y un final seco y amargo.
La Equinox: Con un contenido alcohólico superior al de las ya comentadas, la Equinox es una cerveza de invierno caracterizada por su potencia y complejidad, donde destaca una robusta base de malta con notas suavemente chocolateadas.
La Jambe de Bois: Con igualmente 8º de contenido alcohólico, y de color rubio-cobrizo, es una cerveza de cuerpo poderoso, donde domina la malta con matices afrutados, y que finaliza con un largo regusto delicadamente amargo.
Cata:
Graduación: 4,5º
Temperatura de servicio: 7ºC-8ºC
Tipo de vaso recomendado: Vaso pilsen.
Aspecto: Velada y de color amarillo pálido, rematada por una buena corona de espuma de amplitud considerable, color blanco y de aspecto esponjoso. El carbónico visible, dotado de una burbuja de gran tamaño ayuda a mantener la espuma viva y que además dibuje atractivos cordones de encaje sujetos al cristal.
Aroma: Recuerda en parte a una witbier, aflorando matices cítricos (curaçao) muy bien definidos con un punto de levadura y especiado, más cerca de la pimienta que del cilantro. También aparecen notas lupuladas (pino, hierba, pomelo) que la desvían más hacia el terreno de las pale ale.
Sabor y textura: Cerveza de cuerpo ligero, y fácil entrada, y sabor con fondo maltoso, y gusto dotado inicialmente de un suave dulzor afrutado, que a medida que avanza el trago termina por decantarse hacia el terreno de las pale ale, incrementándose el amargor, rematado por un largo final donde aparecen también las especias.
Maridaje: Ensalada de rúcula, espinacas, cherries, nueces y queso de cabra.
Flipo con las etiquetas. Las quiero. En tamaño poster. Ya.
ResponderEliminarSon muy guapas la verdad. Quizás si se piden a la fábrica?
EliminarMe encanta todo lo que hace ésta cervecera pero concretamente la Zinnebir o la Taras Boulba las considero elaboraciones de cabecera que no pueden faltar en una buena bodega. Impecables se miren por dónde se miren.
ResponderEliminarEn cuanto a las etiquetas, aquí tenéis a otro fiel seguidor. Eso sí, te ha faltado la X-mas! ;)
Saludos!!!
Son buenas cervezas efectivamente, y es una cervecera a conocer dentro de la inmensa oferta belga. Las etiquetas son de lo más recomendable e imprescindibles para todo buen coleccionista y tienes razón que se me quedó la Xmas y alguna más, pero sólo quería incluir una pequeña muestra de lo que puede ofrecer esta micro belga. Salu2!
EliminarLa tengo en casa jejeje. A ver que tal!!!
ResponderEliminarNo me resulta una cerveza excepcional, pero sí una buena cerveza que no defrauda. Buena elección en cualquier caso.
EliminarLa estoy tomando ahora mismo y ne resulta bastante amarga.
ResponderEliminarHombre, es una pale ale, en la que la presencia del lúpulo se hace más evidente de lo habitual que en las cervezas belgas del estilo, sobre todo hacia el final del trago y en el aroma. Pero a mi no me resultó muy amarga. Para cervezas amargas si algún día quieres probarla, te propongo la Hop15 de Port brewing, lúpulo y amargor elevados a la máxima potencia. Y a pesar de todo bien balanceada con un cuerpo robusto, una buena base de malta y 11º de alcohol nada menos. Sólo apta para verdaderos lupuloadictos ;). Salu2!
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