Las mujeres y la cerveza

Llevaba largo tiempo queriendo dedicar una entrada a las mujeres y su relación con la cerveza. La historia de dicha relación ha estado cercana al desamor. Por diferentes motivos y siempre hablando en términos generales (con el peligro que supone siempre generalizar), la cerveza ha sido una bebida tradicionalmente, en sentido histórico, consumida por los hombres. Esto no quiere decir que no exista (ni que haya existido) una parte de la población femenina que sienta por la cerveza una atracción similar, cuando no mayor, que la que muchos aficionados masculinos mantienen, pero rindámonos a los hechos: La cerveza es con diferencia, una bebida mucho más consumida por los hombres que por las mujeres, y de ello puedo dar fe con datos en la mano, puesto que actualmente lo veo cada día en el negocio de venta de cerveza que regento, luego no se trata de una creencia colectiva o un tópico. Pero también hay que apuntar, que parece que en el horizonte se dislumbra un pequeño halo de luz en el panorama cervecero, en el que la mujer tiene cada vez más que decir y que aportar


Así por ejemplo en Estados Unidos, Europa e incluso concretamente en España, están apareciendo figuras femeninas en el sector cervecero que van ganando presencia y relevancia, en especial en el terreno de la elaboración, y promoción de la cerveza y es aquí por donde se ha de empezar para que los hábitos de consumo comiencen a cambiar. De ellas hablaré más adelante en este mismo post.
Pero volvamos a cerntrarnos en el hecho de que aún hoy en día, la diferencia de consumo de cerveza entre la población masculina y la femenina es abismal. No hace demasiado tiempo el grupo macrocervecero Molson-Coors realizó un ambicioso estudio de mercado orientado a investigar las pautas de consumo de cerveza en las mujeres. El resultado fue que cerca del 80% de la mujeres encuestadas no consumían cerveza nunca, o prácticamente nunca. Las razones expuestas por las entrevistadas estaban aglutinadas en 4 principalmente:
- La cerveza les parece muy amarga.
- Nunca beben alcohol, o no lo hacen habitualmente.
- Tiene mucho gas y les hincha el estómago.
- Engorda más que otras bebidas.
Todos ellos bastante previsibles, porque quien más y quien menos ha tenido oportunidad de escucharlos si no todos, sí gran parte de ellos en numerosas ocasiones. Curiosamente estos mismos motivos son los expuestos por aquellos hombres que declaran no gustarles la cerveza, que también los hay, aunque en menor número que dentro de la población femenina.


Quizás el que más pesa de todos, es el amargor que presenta la cerveza como consecuencia de diferentes factores, en especial el lúpulo, uno de sus ingredientes principales, pero también el grado de tostado de la malta o incluso el alcohol. Por este motivo las cervezas más demandadas por las mujeres son aquellas en las que el amargor queda más difuminado, como por ejemplo las lámbicas de frutas (de cereza y frambuesa sobre todo) o dentro de la misma familia, las edulcoradas Faro, o también las cervezas light o tipo Coronita, con escaso amargor, o incluso los mixers con limón, por ejemplo como el caso de las populares Shandy y Mixta en nuestro país.
Pero si embargo, sobre cada uno de los motivos expuestos, se podrían hacer varias puntualizaciones muy a tener en cuenta:
- No todas las cervezas ofrecen el mismo nivel de amargor. De hecho, algunas son de perfil más dulce que amargo, al margen de las azucaradas de frutas y la Faro, como por ejemplo muchas de las cervezas de abadía, o las blancas belgas de trigo, o las rojas de Flandes, o incluso las milk stout incluyendo cervezas elaboradas con maltas torrefactas.
- En cuanto al alcohol, a pesar de que muchas mujeres (y algunos hombres) afirman no beber cerveza por su contenido alcohólico. Sin embargo sí beben vino, champagne, o combinados de whisky, ginebra o ron, por ejemplo. Aquí por tanto, se debe más a una cuestión de la imagen proyectada hacia el exterior, ya que en el subconsciente colectivo y de manera involuntaria, la mayoría de la población considera la cerveza una bebida poco femenina, mientras que el vino por ejemplo resulta más estiloso, tiene glamour. Aunque en este caso concreto entre vino y cerveza, entran en juego otros muchos factores, y no sólo centrados en las diferencias de consumo entre sexos.
- Con respecto al carbónico que contienen las cervezas, de forma paralela a como sucedía con el amargor, podemos también encontrar estilos de cerveza menos carbonatados, como por ejemplo: Las mild, las bitter o las stout inglesas, entre otras.
- Finalmente respecto a lo que engorda a la cerveza, no hace falta que haga referencia a los numerosos estudios que detallan las bondades y virtudes de la cerveza frente a otras bebidas, colocándola además como una de las bebidas que menos calorías tienen, por su bajo contenido en azúcares frente a zumos, refrescos carbonatados o ya no digamos vinos o destilados. Lo que sí es cierto, es que la cerveza despierta el apetito por lo que habitualmente se consume acompañada de algún alimento, que por lo general no suele ser hipocalórico, si no más bien todo lo contrario, y es ahí donde radica el problema, no en la cerveza en sí misma.


Como se puede apreciar, los cuatro principales motivos aducidos se pueden rebatir, por lo que entonces, nos hace pensar, por qué sigue siendo la cerveza una bebida menos consumida por las mujeres? 
Una de las claves está en el tipo de cerveza masivamente consumida, no sólo en nuestro país, sino a nivel mundial, que crea una imagen o concepto del producto, al que sin querer tienden las mujeres a tener en mente cuando les hablan de una cerveza: una bebida amarga, alcohólica y gasificada que se ha de tomar muy fría, y que deja una sensación de amargor y sequedad en boca, al mismo tiempo que de ocupación y saciedad en el estómago. Pero  tal y como he comentado un poco más arriba, depende del estilo de cerveza. La cerveza ofrece una vasta diversidad con una riqueza de variedades difícilmente igualable por otro producto gastronómico, y lo que es mejor aún, es que muchas de ellas son tremendamente diferentes entre sí. Y este es uno de los puntos dónde las cerveceras podían hacer hincapié de cara a conquistar al público femenino, aunque también hay que contar con la predisposición del consumidor y su apertura de miras.
La otra clave es de índole más cultural y siglos de historia, durante los cuales la cerveza se ha convertido en patrimonio casi en exclusiva del género masculino, hasta tal punto que en muchos casos se presenta como un símbolo más de masculinidad. Pero esto no ha sido siempre así, ya que la mujer realmente tuvo mucho peso siglos atrás dentro de lo que es la producción y comercialización de la cerveza, hasta tal punto que sin la labor llevada a cabo por la mujer muchos de los estilos que conocemos en la actualidad no hubieran existido. Desde la invención de la cerveza hace más de 10000 años hasta bien entrada la Edad Media, la elaboración de la cerveza estaba reservada curiosamente a las mujeres, a pesar de que muchos puedan pensar lo contrario. Durante siglos, incluso milenios, la cerveza, más allá de una bebida, fue considerada más que nada un alimento, de ahí, que la mujer siendo la habitual responsable de la preparación de los alimentos en el hogar, también fuera la encargada más habitual de fabricar la cerveza. En la antigua Mesopotamia, por ejemplo las mujeres fabricantes de cerveza eran muy apreciadas y respetadas. En Babilonia, por ejemplo eran además las sacerdotisas de los templos. 

Del mismo modo podemos encontrar importantes referencias femeninas dentro de la mitología nórdica unidas a la cerveza. Así antiguamente, en la tierra que conocemos hoy como Finlandia,  tenían una muy particular interpretación del nacimiento de la cerveza. El mito de la creación del mundo está reflejado en un ancestral cantar denominado “Kalevala”. Sus estrofas, cuyo origen se remonta hasta 1000 años A.C. describen a tres mujeres, Osmotar, Kapo y Kalevatar,  que preparaban una gran fiesta con motivo de una una boda a la que pensaban llevar la mejor cerveza, sin embargo todo su empeño se venía abajo, ya que al comienzo no podían obtener la atractiva espuma que coronara la bebida. Fue en ese momento cuando Kalevatar tuvo la "genial" idea de mezclar saliva de la boca de nada menos que  un oso con miel de abeja y de este modo lograr la tan apreciada espuma, consiguiendo así los finlandeses el nacimiento de su primera cerveza, un auténtico regalo de los dioses. Curiosamente para los anglosajones de la época post romana la fabricación de cerveza formaba parte importante de la ceremonia nupcial. Las mujeres que pertenecían a la familia de la novia elaboraban una cerveza especial para la ocasión. Aun hoy el término en inglés “Bridal” que significa “nupcial” en español, proviene de la expresión “Bridal Ale” que se podría traducir como cerveza de boda. Si damos un salto cronológico hasta la  Edad Media, cuando los monasterios se convirtieron en los principales centros productores de cerveza, se daba la circunstancia de que las mujeres participaban activamente en las tareas de elaboración. 


Incluso podríamos llegar a decir que la cerveza moderna actualmente ha llegado a ser lo que es, gracias al papel desempeñado por las mujeres en lo que respecta a la elaboración, puesto que la principal responsable de la introducción del lúpulo en la producción de la cerveza fue una mujer, Santa Ildegarda de Bingen, quien concretamente en siglo XI, fue una auténtica pionera, dentro del campo de la fabricación cervecera, al sustituir el gruit por el lúpulo. Pero sin embargo, a medida que avanzaba la Edad Media, el papel de las mujeres en la fabricación de cerveza en los monasterios fue disminuyendo hasta que finalmente fueron exclusivamente hombres quienes se encargaron de su fabricación. La revolución industrial de mediados del siglo XIX vino a terminar en definitiva con el monopolio femenino en la fabricación casera de la cerveza. Al convertirse cada vez con mayor fuerza en una rentable industria, fueron los hombres quienes tomaron las riendas de este proceso de fabricación hasta convertirla un una “bebida destinada a los varones”, dirigida principalmente en aquella época a las clases trabajadoras.
Es importante reseñar que este alejamiento de la figura de la mujer de los centros de producción se produjo de forma paralela al crecimiento de un acusado distanciamiento, cuando no directamente prohibición, de la presencia de la mujer en los habituales lugares de consumo, como cervecerías y tabernas. 
Afortunadamente a lo largo del siglo XX fue cambiando poco a poco esta tendencia, acusándose cada vez más la reincorporación de las mujeres como potenciales consumidoras de cerveza, a pesar de la distancia que aún separa su consumo con el de los hombres. Sin embargo es el sector del público con mayor capacidad y perspectiva de crecimiento de consumo de cerveza. Algo que no ha pasado de forma desapercibida para las macros creando cervezas cuyo sabor resulta más atractivo al público femenino como la Animee de Molson Coors o también Carlsberg y su serie de cervezas etiquetadas como "female-friendly beers", con la referencia bautizada como Eve, a la cabeza, que presenta un ligero toque a pomelo y lichi, o la ligera Copenhagen de la misma marca y con muy buena acogida. En el caso de las microcerveceras, también se están haciendo esfuerzos para lograr incrementar el atractivo del producto de cara a las mujeres, por lo que utilizan campañas publicitarias y estrategias de marketing que se alejan de las habituales que estaban dirigidas al bebedor masculino. 
Como respuesta al creciente interés que despierta la cerveza entre el público y el desarrollo de la cultura cervecera, cada vez es mayor el número de mujeres que consumen cerveza. Pero tal y como he dejado de manifiesto en el post, un factor muy importante en esta tendencia, es precisamente el  ascendente protagonismo de la mujer en la industria cervecera, ya que al final se refleja en los hábitos de consumo de la población.

Entre las mujeres que en la actualidad mantienen un papel relevante dentro del panorama cervecero cabe destacar varios nombres:



Melissa Cole: Esta británica, que para muchos es la mujer más poderosa dentro de la industria cervecera, es quien se encuentra al cargo de organizar las catas dentro del célebre mercado gourmet londinense Borough Market, y suele comparecer fielmente en cada una de las ediciones del festival británico de cerveza más importante, el Great British Beer Festival (GBBF), siendo su presencia muy valorada. Se encuentra formando parte del elegido grupo de promotores de la cerveza a nivel nacional en Gran Bretaña y también internacionalmente alcanzando su figura talla de prestigio.



Anne-Françoise Pypaert: Nombre que comenzó a sonar recientemente al convertirse en la maestra cervecera de nada menos que la fábrica de cerveza de la abadía trapense de Orval. Si ya de por sí pudiera parecer una personalidad pionera, ocupando el cargo de maestra cervecera de una marca de prestigio belga, más aún lo es si además se trata de una abadía benedicitina, cuya comunidad monástica está compuesta exclusivamente por hombres. Tras colaborar durante 20 años como asistente en Orval, esta belga aparte de ostentar el título de maestra cervecera de la marca también es la máxima responsable de calidad de la cerveza producida en la abadía, puesto que ya ocupaba antes de sustituir al anterior maestro cervecero Jean-Marie Rock, tras su jubilación el pasado otoño.



Hildegaard Van Ostaden: Esta mujer, belga de nacimiento, es quizás la productora o "maestra cervecera" más creativa del momento, responsable de la microcervecera belga Urthel, cuya Samaranth que muchos conocerán fue la cerveza de moda de Bélgica hará un par de años. Su formación técnica en la Universidad de Gante y su experiencia trabajando para la trapense holandesa de La Trappe han hecho de ella una productora con talento, que ha dado mucho que hablar en el sector durante los últimos años. Precisamente su relación con los monjes holandeses permitió que fabricase sus Urthel en la fábrica de Koningshoeven a partir de 2006, a pesar de que la marca naciera en el pequeño pueblo belga de Ruiselde. Los dibujos de las etiquetas son obra de su marido, compartiendo así ambos el éxito de sus cervezas, aunque lo que encierran sus botellas se lo debemos a Hildegaard. Buenas cervezas para una gran maestra cervecera con mucho futuro.



Sebbie Buhler: En Estados Unidos, es donde probablemente haya una mayor participación activa por parte de las mujeres dentro de la industria cervecera, gracias a la explosión del fenómeno craft durante las últimas décadas. Así tenemos a Sebbie, una mujer que ha estado trabajando en la célebre craft brewery de Oregon, Rogue, desde el año 1991. En este caso su labor no se he centrado en la producción aunque sí en su comercialización y promoción. Del mismo modo son apreciados sus comentarios respecto al siempre apasionante tema de los maridajes de cerveza con comida, en especial quesos, por lo que guardamos algunos puntos en común, ya que esta es una de mis "secciones" habituales de un tiempo a esta parte en el blog. Hasta tal punto es valorada su inestimable colaboración, que la propia compañía ha incluido su rostro en la botella de una de las referencias de Rogue, la Chocolate Stout, a modo de homenaje.


Carol Stoudt: Fundadora de la cervecera que lleva el nombre de su apellido en 1987, es la primera mujer en Estados Unidos, que llegó a supervisar el proceso completo de elaboración dentro de una craft-brewery. Su empeño en apostar por la calidad de las materias primas de sus cervezas, provoca que sean muy apreciadas por los aficionados, y el pub especializado que mantiene en propiedad en Adamstown (Pensylvania) es visitado por una auténtica legión de seguidores de sus cervezas.



Kirrily Waldhorn: Procedente de Australia esta joven es otra de las mayores promotoras y difusoras de la cultura cervecera en aquel país, donde lleva años reproduciéndose un fenómeno similar al de Estados Unidos en la industria cervecera. Su trabajo sobre maridajes con cerveza es muy valorado por aficionados y críticos, llegando a participar como jurado además en célebres festivales cerveceros como por ejemplo The Champion Beer of Britain o el Great British Beer Festival. Considerada como la mujer que más sabe de cerveza en Australia, lleva más de 12 años trabajando vinculada a la industria cervecera, y uno de sus confesados objetivos es hacer de la cerveza un invitado imprescindible a la mesa a la hora de disfrutar de una buena cena. Esta consultora, escritora y educadora además es la directora de la sede austrialiana de la organización internacional Barely Angels, que trata de difundir el gusto por la buena cerveza entre las mujeres. Además es quien administra la página web asutraliana especializada en cerveza llamada Beer Diva, toda una institución en el país de las antípodas.

Aunque también hay muchas más como Teri Farhendorf, Josie Ludford o Cilene Saorin, entre otras, resultaría prácticamente imposible hablar de todas las mujeres del mundo de la cerveza en el post. En cualquier caso, desde estas líneas quisiera rendir un pequeño homenaje a todas ellas, tanto mencionadas como ausentes. 

Que vivan las mujeres y la cerveza!

Fuentes: Bar & Beer e Internet.

Comentarios

  1. ¡Que vivan! ¡Salud! (Y buen post)

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    1. Salud! Me alegro de que os haya gustado :)

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  2. ¡Muy buen post! Muy interesantes tantos las reflexiones como los ejemplos de grandes mujeres cerveceras que comentas.

    La verdad es que esos 4 argumentos que señala la encuesta me suenan mucho, especialmente el primero y el segundo, sobre todo el primero (el amargor). Yo intento siempre rebatirlas con que como dices hay cervezas que no son tan amargas, e incluso que las hay más dulces que amargas. O más ácidas, para las que le gusta más el perfil del vino (de hecho tengo pendiente llevarle alguna lámbica interesante a una amiga que pasa bastante de la cerveza pero sin embargo le encanta el vino y sus variedades).

    Y reconozco que no sabía que hubiera tantas mujeres ocupando puestos de tanta responsabilidad en el mundo cervecero, parece que poco a poco se va equilibrando. Solo conocía el caso de la nueva maestra cervecera de Orval (recuerdo haberme sorprendido mucho cuando lo leí). A Carol Stoudt curiosamente la había visto en un vídeo que promocionaba el movimiento "craftbeer" americano junto a muchos otros productores como Sam Calagione de Dogfish Head, pero no la conocía y no sabía que tuviera una propia cervecería con su nombre.

    Un saludo, a ver si un día de estos me paso por la tienda a reponer despensa jeje

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    1. Es cuestión de evangelizar al público un poco, tanto a mujeres como hombres, que también los hay aferrándose a los mismos criterios a la hora de rechazar la cerveza. Como es un producto con tanta variedad, cada persona encontrará aquella cerveza que es más de su agrado. Por ejemplo, mi mujer no es nada cervecera. No suele consumir cerveza casi nunca, con lo cual ya te puedes imaginar lo que tiene que aguantar conmigo ;). Bromas aparte, cuando llevo cervezas a casa como una ipa, curiosamente le gusta mucho el aroma que desprende, y hasta probándola me confiesa que le gusta más que la cerveza habitual, a pesar de ser mucho más amarga. Pero es precisamente el tono cítrico que tienen muchas ipas lo que le atrae, y por eso son más de su agrado. Con el paso del tiempo, estoy convencido de que cada vez habrá más mujeres cerveceras.
      Y en cuanto a su presencia en la industria, efectivamente son muchas más de las que pudiéramos pensar. En cuanto rascas un poquito empiezan a salir nombres, y compruebas que su labor es muy respetada recibiendo todo tipo de buenas críticas y alabanzas. En el caso de Carol Stoudt, ya la había visto en algún documental. Es toda una institución en Estados Unidos, junto a tant@s otr@s.
      Me alegro de que te haya gustado el post. Aquí estaré esperando tu visita. Salu2!

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  3. Espero que la cultura de la cerveza se siga extendiendo por fin, también entre las mujeres, ya que por genética se dice que tenemos mejor olfato y paladar ;) lo que ayuda mucho a la hora de captar todos sus deliciosos matices. Yo intento ganar adeptas animando a mis amigas a probar cervezas diferentes más allá de las que se sirven en todos los bares españoles (con excepciones, claro) y en algunos casos he tenido éxito y se han unido a la causa cervecera.

    Cervezas hay para todos los gustos, y es verdad que muchas chicas tienden lo dulce, pero en mi caso tengo presente que un punto de amargor en su justa medida también resulta delicioso y refrescante.

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    1. Me alegra mucho comprobar que cada vez hay más mujeres cerveceras, como en tu caso. Aunque queda mucho por recorrer, ya son muchas las mujeres que conocen el producto, lo valoran, lo aprecian y lo consumen con frecuencia. La clave, como bien apuntas es probar cosas nuevas, y siendo una bebida con tal diversidad de estilos, cada uno con sus diferentes matices, no resulta nada complicado encontrar uno que sea del agrado de cada persona.
      Y efectivamente, las mujeres tenéis un punto especial a la hora de captar sobre todo aromas. Mi mujer, aún no siendo cervecera, cata algunas de las cervezas que llevo a casa, y descubre matices que en un comienzo a mi me cuesta encontrar. Conseguís avanzar un poco más allá en el espectro aromático, totalmente cierto :).
      Muchas gracias por tu opinión. Salu2!

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  4. ¡VIVA LAS MUJERES! ¡VIVA LA CERVEZA! ¡BEBAN LA CERVEZA! ¡VIVAN DE LAS MUJERES! UY, SE ME HA ESCAPADO OJOJOJO.
    EL TEMA DE LA GASIFICACIÓN ES UN POCO FUERTE, YO CREO QUE CON LA MAYORÍA DE REFRESCOS, LA GASIFICACIÓN ES MAYOR.
    EL ENGORDE TAMBIEN, SIN DUDA.
    EN FINS, POR DONDE IBA? ¡VIVAN LAS MUJERES! ¡VIVA..................

    PD- EL ARTÍCULO FENOMENAL, DOCUMENTADO A TOPE Y EXTENSO, MUY INTERESANTE. ERES UN CRACK JABI! ;D

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    1. Muchas gracias Jorge! Yo creo que es que me miras con muy buenos ojos ;) Salu2!

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  5. quizas es por que mi genero es femenino, desconzco el motivo, pero este post me ofende. stoy seguro/a que lo ha escristo una persona de sexo masculino y genereo masculino y dominante.
    Blogero, mmm, lo lees todo sengun tu sexo y no respetas tu genero, ni la humanidad, ni el respeto, ni la educación. Leo y me solo leo ofensas.
    define la diferencia entre cerveceros/as?
    Creo que no sabes ni de donde vienes (de un coño) ni que genero tienes, con todo mi respesto, humildad y sentido comun unido a mi honestidad y inociencia ( la arrogancia, ego,... se sobreentiende.
    Perdón

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    1. Disculpa pero, en mi humilde opinión, creo que no has leido bien el post o no lo has interpretado correctamente. No hay ni una sola frase en todo el post que ofenda ni falte al respeto a ninguna mujer, al menos no ha sido mi intención en absoluto. Ni utilizo ninguna expresión peyorativa. Todo lo contrario! Sólo el último párrafo lo deja bien claro. Es precisamente un homenaje a las mujeres que se han abierto camino en un sector, el cervecero, en el que el dominio masculino es más que evidente. Particularmente tengo muy claro y presente que he nacido del vientre de una mujer (prefiero esta expresión a la que tú utilizas), y que tengo esposa e hija, sin embargo por lo que expones en tu comentario, quizás haga pensar a alguien que se te olvida de que para concebir una vida hace falta la participación de un hombre. Sin acritud. Paz!

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    2. Por cierto, se me olvidaba comentar que antes de publicar el post quería tener la opinión de una mujer sobre el texto, en este caso particular mi esposa, a la que le pareció muy correcta la orientación del post y cómo estaba redactado. Salu2!

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