All belgian beers, la biblia de la cerveza belga



A pesar de mi afición por la cerveza desde mi efervescente adolescencia, y de haber probado muchas diferentes marcas de cerveza (principalmente nacionales y algunas de importación de Alemania u Holanda), no fue hasta haber probado las cervezas belgas cuando mi afición se transformó en verdadera pasión. Allá por los años 90 en Madrid,  el panorama no ofrecía una visión tan atractiva como la que vivimos hoy, pero aún así en los hipermercados y algunas cervecerías era posible encontrar algunas cervezas belgas, principalmente de abadía, que hicieron de abanderadas de la calidad y diversidad de la cerveza belga,  aún cuando simplemente eran la punta del inmenso iceberg que suponía el mundo de la cerveza elaborada por flamencos y valones. Fue en aquella época cuando tuve mi primer contacto con las cervezas belgas, y referencias como Judas, Grimbergen o Leffe, comenzaron a aparecer de forma habitual en mi particular despensa. Pero después, investigando no cuesta descubrir que detrás de estas primeras conocidas marcas, había un universo de vastas dimensiones en el que había un sinfín de cervezas de diferentes estilos, graduaciones y sabores. Todo un festín para los apasionados de la cerveza. El viaje que realicé a Bélgica en 2006 fue el momento en que pude constatarlo en persona, y quedé totalmente conquistado por la cerveza belga, en especial las trapenses, de las que tenía apenas un vago conocimiento antes de aquel viaje, ya que sólo me era familiar la Chimay de entre las 6 trapenses belgas. Pero no sólo se encontraban las trapenses, las lámbicas, las witbier y las saison fluían en cantidad en las cervecerías belgas que visité. Tras regresar de aquel viaje tuve la sensación de que prácticamente era imposible llegar a conocer todas las cervezas belgas, sobre todo teniendo en cuenta que muchas de las elaboraciones son de temporada o especiales y no forman parte del portfolio habitual que mantiene la fábrica de forma regular, por lo que una vez que se ven agotados los lotes correspondientes, no resulta posible probarlas en muchos casos, ya que no vuelven a ser fabricadas. Pero como sucede en todo campo del conocimiento, es posible encontrar recopilaciones sobre la materia en cuestión, que permiten tener una idea general bastante completa acerca de aquella, y que en muchos casos pueden llegar a ser utilizadas como libros de consulta, como una enciclopedia. Este es el caso que nos ocupa hoy, un libro con un título tan sencillo como sugerente y atractivo: "All Belgian Beers" editado por la editorial belga Stichting Kunstboek. El por qué del título en inglés, se debe a que no está editado en castellano, pero teniendo en cuenta el carácter políglota de la población belga se encuentra muy acertadamente publicado de forma conjunta en francés y flamenco, aparte de en inglés.



La edición de la que voy a hablar hoy de finales de 2011, es la segunda, tras la exitosa primera edición del mismo libro de 2007 donde aparecían más de 600 cervezas diferentes, hecho que demuestra la enorme complejidad que implica tratar de realizar un completo compendio de las cervezas belgas que hay en el mercado. Para esta nueva edición se han incorporado más de 500 nuevas referencias, (superando las 1100) tan sólo cuatro años después. Cierto es que hay países que consumen e incluso producen mayor número de hectolitros de cerveza, y que mantienen una oferta tan diversa o incluso superior en número de referencias, pero no lo hacen en un espacio tan reducido, por lo que Bélgica puede afirmar sin dudas que ofrece la mayor variedad cervecera por km2.

La portada, al igual que el título, resulta muy acertada puesto que refleja los colores de la bandera belga, colocando la imagen de una cerveza del mismo color por cada franja. Si pasamos al interior, tras un breve preámbulo, donde podemos comprobar que todos los textos se encuentran en las tres mencionadas lenguas (lo que puede resultar muy útil para quienes estudien idiomas) y una descripción general de la organización de los contenidos, comienzan a aparecer las fichas de las diferentes referencias por orden alfabético. En cada una de ellas se incluye una fotografía de la botella de la cerveza junto con una copa servida de la misma, generalmente con el sello y diseño de la propia marca. En la mayoría de los casos, dichas fotografías han sido proporcionadas por las propias cerveceras. 



En el libro tienen cabida las cervezas producidas por todo tipo de cerveceras, desde las microcerveceras más pequeñas y artesanales de bajo volumen de producción, hasta las más comerciales e industriales. Así es posible encontrar cervezas tan conocidas y consumidas a nivel mundial como Stella Artois o Jupiler, y cervezas de reconocido prestigio y círculos más restringidos como la serie Black Damnation de De Struise, o la variedad de Fantome, por mencionar algunos ejemplos representativos.
Para cada cerveza, y siempre en los tres idiomas, aparece una completa información acerca de la misma como: 
- La graduación alcohólica.
- La temperatura de servicio.
- El tipo de fermentación.
- El estilo.
- Los ingredientes.
- Aspecto: Color y transparencia.
- Carácter: Sabor y aroma.
- Instrucciones de servicio.
- Algunas consideraciones especiales, curiosidades y anécdotas.

Aunque presentada de forma amena y mnemotécnica, para algunos resultará insuficiente, sin duda, pero resulta innegable el valor que puede tener la obra para los amantes de la cerveza belga, en especial, como un servidor. Si tenemos inquietudes de beehunters, ya sea por motivos coleccionistas, o por el simple afán de probar cosas nuevas, y ampliar nuestros horizontes sensoriales, el libro es perfecto, ya que nos permite tener conocimiento de algunas  cervezas realmente extrañas, inéditas, y que aún no se han dejado ver en la piel de toro, como por ejemplo: Abbayé d'Aulne, Alpaïde, Antwerps, Bellevier, Buffalo, Caulier, Cuvée du Flo, Den Tseut, Den Herberg, Druïde, Florilege,  Gribousine, Hanssens, t Hofbrouwerijke, Ichtegems, Kwaremont, Kwibus, La Barbiot, La Botteresse, Medievale, La Millevertus, Poiluchette, Saint Monom, Serafijn, Slaghmuilder, Ter Dolen, Tournay, Triest o Wolf, por mencionar unas pocas.

Al final del libro es posible encontrar un capítulo dedicado a los conceptos más básicos relativos al proceso de elaboración, familias cerveceras y diferentes estilos representativos belgas que complementan la información didáctica de la obra, y también un índice completo por cervecera, que facilita la localización de una cerveza en concreto.

Para aquellos interesados mencionar que el libro no se encuentra disponible en las librerías españolas, pero en internet se puede conseguir fácilmente a través de Amazon, posiblemente la más famosa librería internacional en la red, por un precio (inferior a los 30 €) que según el criterio e interés del cliente podrá resultar excesivo o no. En mi caso resultó rentable, ya que sus más de 1200 páginas, y el trabajo que se esconde detrás de su redacción lo valen, pero sobre todo por poder tener una guía de referencia, poderosa y completa como ninguna, que recopile las diferentes cervezas belgas que podemos encontrar hoy en día.

Comentarios

  1. Muy buen aporte JAB, comparto tu opinión, es cierto que no está tirado de precio pero no me parece excesivo para una guía tan completa. Habrá que mirar si nos hacemos con un ejemplar jejeje.
    Saludos

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    1. Barato como tal no parece a primera vista, pero como sucede últimamente en el mundo actual, no se tiende a valorar el trabajo y el tiempo invertido que hay detrás de las cosas, de un producto, o de un servicio (lo que influye entre otros factores para que los salarios sean tan bajos, pero eso da para otro debate, jejeje). Como bien dices, y ya apuntaba en la entrada la obra es la más completa que conozco al respecto y sI te gusta la cerveza belga, no dudes en hacerte con un ejemplar.
      Salu2!

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  2. Buen repasillo del libro JAB. Lleva tiempo en mi wishlist particular, espero hacerme pronto con él como loco de la cerveza belga que soy (algo que bien compartimos :-), y más después de que nos hagas este teaser.

    De las raras que comentas, recuerdo en mi época vital belga haber hecho una intensa sesión de Tournay durante una cena. En aquellos momentos me pareció sensacional; sería interesante ver qué tal 6 años después, con todo lo que ha pasado desde entonces. Hanssens puedes encontrar en The Drunk Monk: lámbicas algo alejadas de las más conocidas, con una de fresa que está realmente rica (creo que Pau colgó algo acerca de ella también). La Alpaïde la tengo, justo ahora, en la nevera; pero las demás, así por el nombre, totalmente raras para mí.

    En fin, que un saludito y a ver si nos vemos pronto macho. ¡Abrazo!

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    1. Llevaba un tiempo queriendo hablar de este libro hasta que me decidí por publicar la entrada. Para los fans, como nosotros, de la cerveza belga es una obra que se necesitaba por otra parte. Aún así y por completa que resulte la obra, es imposible incluir las ediciones especiales y de temporada. Pero incluso para bebedores habituales de las cervezas de aquel país, esconde muchos tesoros entre sus páginas y cervezas desconocidas realmente interesantes. Quizás he resultado un tanto osado en afirmar que las marcas mencionadas en la entrada aún no habían traspasado nuestras fronteras y no se habían dejado ver por aquí, pero claro, siempre se habla desde la perspectiva de lo que se conoce. No tengo el placer de haber pisado ese lugar de culto cervecero como es el Drunk Monk, y sé de buena tinta que allí se ocultan auténticas obras de arte cervecístico. Las Hanssens las conocía por referencias escritas y de oídas, pero nunca había tenido el placer de cruzarme con ninguna en ninguna barra ni mostrador de los que he frecuentado durante los últimos años, por lo que asumía que no habían llegado por aquí. Claro está... el Drunk Monk, son palabras mayores ;). El resto de las mencionadas resultan igual de desconocidas para mi paladar. Y sólo mencioné algunas pocas... 8)
      Y digo lo mismo, a ver si tenemos oportunidad de coincidir pronto. Un abrazo!

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    2. Hombre, Drunk Monk a parte, las que comento una la tomé varias veces pero en Bélgica; la otra está en la nevera pero me llegó de forma bastante piratilla. Así que creo que no has sido tan osado al decir que no habían cruzado frontera: Mataró es parte de Bélgica ;-). ¡Salud JAB!

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  3. Jo la pena es lo de siempre, no haber aprendido el suficiente inglés como para desenvolverme comodamente en una lectura aunque en el tema cervecero pues al final vas aperndiendote todas las palabritas técnicas que se usan jeje.

    Los que tenéis el libro ¿como lo véis?, ¿demasiado difícil de traducir o quitando algunas palabrillas más técnicas lo demás se traduce bien?

    Me gustaría saberlo porque el libro parece cojonudo e intentaría conseguirlo.

    Gracias!

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    1. No resulta demasiado difícil de leer, ya que la mayoría de la terminología usada es la que estarás acostumbrado a ver si consultas habitualmente webs de críticas y puntuaciones de cervezas como ratebeer o beeradvocate. Puede ser un un buen ejercicio además para aprender idiomas al estar traducido de forma simultánea en el mismo volumen a los tres idiomas. Por lo que comentas creo que podría interesarte tenerlo, y que no te costaría demasiado entender lo que hay redactado en inglés, pero la última palabra la tienes tú. La lástima es que al no poder encontrarlo en librerías, no puedes ojearlo antes para hacerte una idea y tomar la decisión con más garantías. Salu2!

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  4. Qué buena pinta! La verdad es que me lo he cruzado un par de veces y no se porqué nunca lo había ojeado, algo incomprensible siendo otro amante de las belgas. Me temo que habrá que solucionarlo muy pronto ;). Gracias por compartir la reseña y esa intro retrospectiva :). Saludos!

    P.D. La Hanssens que menciona Joan es Oudbeitje. ¡¡Brutal!!

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    1. Pues Pau, no hay dos sin tres, así que a la tercera ojéalo al menos y ya decides si comprarlo o no, aunque como indicaba al compañero del anterior comentario, yo no he visto el libro por ninguna librería aquí en Madrid y consulté unas cuantas, incluyendo grandes almacenes como El Corte Inglés, Fnac o incluso La Casa del Libro.
      Me apunto la Hanssens para mi próxima visita a Bélgica que será en breve. Salu2!

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  5. Muy interesante, y hombre 30€ por el libro que contiene todas las referencias que hay hasta ahora en Bélgica no me parece nada caro, sobre todo, como bien dices para cualquier beer-hunter dedicado a probar cosas nuevas.

    Gracias por las referencias, me lo pondré en la lista...

    Un saludo

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    1. No resulta caro, aunque de primeras cuando lo recibí en casa me llevé una pequeña decepción, todo hay que decirlo, ya que era en apariencia más pequeño de lo que imaginaba. Han decidido meter más información en menos papel, y parece literalmente como digo en el título de la entrada, la biblia de las cervezas belgas. Es de esos libros más anchos que largos, pero luego por dentro es vistoso y completo. Como obra de consulta merece la pena, y se encuentran referencias muy apetecibles para los que ansiamos probar nuevas delicatessen. Salu2!

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  7. Delicioso post, el precio no me parece caro en absoluto, 30 euros te dejas cualquier viernes o sábado que sales por ahí a cenar o a tomar algo y no duelen a la cartera en absoluto. Los libros están ahí siempre que los quieres consultar y el trabajo que tiene como bien dices ¡¡para un libro de 1200 páginas!! no hay que olvidar: documentación, redacción, fotografía, edición, maquetado y un largo etc... Muy buen artículo y gracias por recordarnos que los libros todavía existen ;)

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    1. Tienes toda la razón. El coste de las cosas es relativo en función de lo que acostumbremos y lo que estemos dispuestos a gastar. Si echáramos números nos daríamos cuenta de que gastamos mucho más dinero del que pensamos en cosas más superfluas y luego a la hora de adquirir algo de valor más tangible y perdurable nos echamos para atrás. Treinta euros efectivamente no es demasiado teniendo en cuenta lo completa que es la obra y el trabajo de documentación, fotografía y maquetado que lleva detrás. Larga vida a los libros! Salu2!

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  8. Muy interesante. La verdad es que no suelo prestar mucha atención a estos libros recopilatorios en las librerías porque muchas veces se quedan escasos o están desactualizados (Internet, ese gran enemigo) pero por lo que dices este merece mucho la pena, siendo edición 2011 y con ¡1100 referencias! parece muy recomendable, a ver si estas Navidades "me lo pido" jeje

    ¡Un saludo!

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    1. Yo soy de los amantes de la vieja escuela, y donde se ponga un libro... internet, por mucho que diga "Dios bendiga a Google", pues no lo es mismo. Si has sido bueno este año, y Sus Majestades de Oriente te lo traen, sin duda será un buen regalo que disfrutarás. Salu2!

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