Störterbeker Schwarzbier, negrura del Báltico


Tras semanas sin comentar una cervecera alemana, regreso con el post de hoy a hablar de una excelente cerveza germana, como paréntesis para hablar de los numerosos acontecimientos cerveceros del mes de Noviembre. En esta ocasión la elegida, es una cerveza de maltas oscuras, la Störtebecker Schwarzbier, una gran representante de este particular estilo que son las schwarzbier, lager profundamente oscuras, que llaman la atención de muchos, en especial los que piensan que si hablamos de cervezas "negras" sólo podemos referirnos a las stout, las porter y otros estilos afines. Pues bien, también se fabrican lager oscuras de muy buena calidad, en especial en Alemania y República Checa. Y este es un ejemplo manifiesto.
La de hoy se trata de una referencia elaborada por la no muy conocida Stralsunder Brauerei, una cervecera situada en Stralsund (ciudad hanseática perteneciente al Estado federado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental en la costa norte de Alemania)que bautizó a esta cerveza con ese nombre en honor a la leyenda del pirata alemán  Klaus Störtebecker, quien atacó durante años a los comerciantes de la Liga Hanseática del norte del mar Báltico alrededor del año 1400. De ahí la llamativa etiqueta que viste la botella de la tradicional botella de tapón mecánico y 50 cl de capacidad. En ella aparece un velero, por lo que las similitudes con la etiqueta de la adorada Pannepot de la belga De Struise, resultan obvias. Además existe otro por qué para la elección del nombre de la cerveza, coincidiendo con el apellido de tan misteriosa figura histórica, y es que la palabra en cuestión coincide con la expresión empleada en alemán antiguo para referirse a aquel que engulle con rapidez una jarra de alcohol. Se desconoce si el nombre fue determinante para que la cerveza llegara a ser la más vendida de la cervecera Stralsunder, pero no resulta demasiado osado presumir que alguna influencia pudiera haber tenido. Sin duda es una cerveza clave en la historia de la compañía.
Fundada en 1827, durante el siglo XIX fue el principal proveedor de los lugares de veraneo a orillas del Báltico. Tras la II Guerra Mundial, los efectos traumáticos sobre la sociedad y economía alemanas, obviamente hicieron mella en las compañías cerveceras del país. En este caso el gobierno comunista de la extinta RDA ordenó la nacionalización de la fábrica, lo cual sin embargo no fue obstáculo para que sus cervezas comenzaran a adquirir una buena reputación dentro de los círculos cerveceros durante la década de los 70. Tras la reunificación alemana, la poderosa corporación Nordmann adquirió las instalaciones y trasladó a sus directivos para ponerse manos a la obra. El resultado fue la modernización de la maquinaria y el lanzamiento de 3 cervezas como portfolio base de la cervecera: 2 especialidades típicas de la región y la schwarzbier como cerveza estrella. Actualmente Marchus Berberich es el maestro cervecero que se encarga de la elaboración de esta cerveza para la que emplea 5 diferentes tipos de malta de cebada y al mismo tiempo también lleva la dirección de la fábrica. Actualmente son muchas más las referencias elaboradas por la marca,incluyendo variedad de estilos típicamente alemanes. La Störtebeker se encuentra disponible  principalmente en las regiones más septentrionales de Alemania, aunque tal y como pasaba con el homónimo pirata, se dejaba ver en diferentes puertos del Báltico en otros países.



Cata:

Graduación:5º
Temperatura de servicio: Entre 6ºC y 8ºC
Tipo de vaso recomendado: Vaso de flauta.

Aspecto: De color marrón oscuro, casi negro, con destellos rojizos al trasluz que recuerdan mucho al color de la coca-cola. Ligeramente turbia, y con una corona de espuma, generosa, y de aspecto cremoso, algo coloreada con tono beige, forma irregulares anillos de encaje en el vidrio.
 
Aroma: En nariz predominan las maltas tostadas, café,  caramelo, y algunas notas a azúcar tostada y otras más sutiles de cacao.
 
Sabor y textura: En boca se muestra como una cerveza de mayor cuerpo que el esperado en este tipo de cervezas y un nivel de carbónico mediano. En el paladar es maltosa, aterciopelada, pero no resulta dulce, destacando los sabores a grano tostado, pero sin llegar a carbonizado, caramelo, café y chocolate. De final seco, con un punto amargo, pero nada áspero. Muy bien balanceada es una cerveza cuyo consumo resulta más que recomendable.

Maridaje: Pan tumaca con surtido de embutidos.

Nota:


Comentarios

  1. Bueno, bueno... no pinta nada mal. Lo cierto es que hasta el verano pasado había tenido pocas experiencias agradables con las schwarz pero Nürnberg y su totémica Alstadthof me hicieron cambiar de parecer en julio, jejeje! Apuntada queda! Para maridar y aprovechando tu título quizás metería algunas huevas o arenque, típicamente báltico ;). Un abrazo, Juan!!

    P.D. El maridaje que propones se escribe "pa amb tomaca" o "tomàquet", aunque suene literalmente como tu lo has escrito ;).

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  2. A mi me sucede que últimamente me estoy volcando hacia cervezas de pocos grados de alcohol, o mejor dicho,no demasiados grados de alcohol para beber de forma más o menos asidua, y reservar las de altas graduaciones (por encima de los 6ºC-7ºC) para ocasiones más puntuales. Entre las primeras están las schwarz, género que me interesa cada vez más. Esta sin ser la mejor, es muy buen ejemplo, y por calidad-precio es una cerveza más que recomendable. En Baviera hay tantas fábricas que también sucede que hay de todo, y las experiencias pueden ser para no tirar ningún cohete como mencionas, o para caerse de espaldas de la impresión como la Alstadthof que comentas. Lo de los arenques y las huevas, ya lo pensé,pero opté por algo que solemos tener más a mano. Ah! y cierto, castellanicé la expresión, pero es que no tenía ni idea de como se escribía. Al ponerlo por transcripción fonética (aunque no es lo ortodoxo) creo que me ha entendido más gente ;). Abrazote Pau!

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