Sexto #FFdA: Gulden Draak 9000 y Abbaye des Rocs Grand Cru



Se acercan las Navidades, fechas marcadas entre otras muchas cosas, por ostentar la mayor concentración de excesos gastronómicos y etílicos en aras de confraternizar con los compañeros de trabajo (para aquellos afortunados que tengan empleo), o de estrechar los lazos familiares y de amistad, con los sempiternos villancicos y las calles engalonadas con una explosión de luz, como escenario de fondo. Ante la que se nos avecina, un veterano en el ciberespacio cervecero, Joan Birraire, a través de su blog, nos ha convocado un año más al resto de blogs, a celebrar la sexta edición del Fin de Semana de Fondo de Armario, para desempolvar las cervezas que por un motivo u otro no han encontrado el momento ideal para salir a la luz y formar parte de una cena especial, o de una tarde de domingo y manta. Como decía la canción "cualquier esperanza es vana" y cualquier ocasión es buena, aunque la pinten calva, y como fiel salvaguarda de las tradiciones, un año más aproveché para disfrutar de dos auténticas maravillas cerveceras participando en la sexta edición del FFdA.

Para la ocasión, ante la creciente proliferación de cervezas extremas y exóticas procedentes más allá del enorme charco que separa el Viejo Continente y el Nuevo Mundo, me refugié de nuevo en los clásicos y opté por dos cervezas que deberían formar parte del currículum de cata de cualquier cervecero de pro:
Por un lado la Gulden Draak 9000 quadruple, versión particular de todo un icono de la cerveza belga como es la Gulden Draak. Por otro lado la Abbayé des Rocs Grand Cru, la obra culmen de una brasserie valona, que toma el nombre de unas legendarias ruinas de una abadía, y que tras más de un año de guarda decidí descorchar para comprobar el resultado de tan larga espera.


Gulden Draak 9000

Sobre la cerveza y su fábrica...

Esta cerveza está elaborada por una de las más prestigiosas y prolíficas brasseries flamencas, la Brouwerij Van Steenberge, responsable además de otras célebres cervezas como la magnífica Piraat y las referencias de abadía del sello Augustijn, que curiosamente fue la primera cerveza que comenté en el blog, allá por la primavera de 2010. La cervecera Van Steenberge comenzó su andadura en 1874 de la mano de Jean Baptiste de Bruin cuando abrió la pequeña cervecera De Peer en las proximidades de la bella ciudad de Gante. Tras su fallecimiento, su viuda Angelina, llevó hasta el éxito la compañía que heredó, gracias al liderazgo que ejerció su sobrino Jozef Scherault. Después de la I Guerra Mundial la fábrica llega por primera vez a las manos de un Van Steenberge, concretamente Paul, el yerno de Jozef. En el año 1919, tras 45 años con el nombre De Peer, en la brasserie deciden cambiarlo por el de Bios, que fue el nombre de la primera cerveza elaborada por la fábrica. Por aquel entonces elaboraban una Oud Bruin y una Bock. Algunos de los hitos en la fábrica atribuibles al primer miembro de la dinastía Van Steenberge al frente de la empresa, fue el de apostar por el embotellado en vidrio, abandonando el formato de barril de madera, lo que ayudó a la distribución, comercialización y popularidad de sus cervezas. Tras la II Guerra MundialPaul, vivió una etapa complicada en la que se llegó a plantear transformar el negocio en una cooperativa, a lo que su mujer, Magriet se negó. Finalmente la cervecera pudo mantener su independencia y carácter familiar, hasta que en 1962, Jozef Van Steenberge se hizo cargo de la dirección de la fábrica, centrándose en la elaboración de cervezas de alta fermentación. En 1978 se hizo con las recetas de las cervezas tradicionales de la abadía de San Agustín de Gante. En 1982 el sello de cervezas de abadía Augustijn vio la luz, introduciéndose con éxito en el mercado, seguido por otras dos grandes facturas de la cervecera, la Piraat y la Gulden Draak, posiblemente su ale más popular y conocida. En 1990, el hijo de Jozef, Paul Van Steenberge tomó las riendas de la empresa, que afrontó en los años siguientes una profunda modernización, con instrumental controlado informáticamente, una planta de reciclaje de agua, y nueva línea de embotellado. En 1998 llegó a la compañía Jef Versele, sobrino de Paul, siendo la séptima generación de la familia ligada a la cervecera. Gracias a su trabajo, las exportaciones, hacia el mercado de Estados Unidos, Holanda e Italia principalmente, crecieron de forma espectacular, hasta suponer un 60% del volumen total producido.
Desde 2013, Jef y su esposa Teresa son quienes dirigen la cervecera preservando la tradición cervecera que durante 7 generaciones se ha mantenido en la fábrica de Van Steenberge. Los retos a los que han de enfrentarse en el panorama actual son principalmente la sostenibilidad, centrándose en el uso responsable del agua y la energía, y las tendencias del mercado en el futuro, a las que se mantienen atentos, como por ejemplo en el reciente auge de las IPAs, intentando aplicarlo a su propia filosofía y forma de de concebir la cerveza, ofreciendo versiones lupulizadas de algunos de sus clásicos, como en el caso de la Piraat Tripel Hop.


La Gulden Draak se convirtió en el emblema de la compañía y de la cerveza belga que es en la actualidad gracias a un golpe de fortuna que vivió al comienzo de su existencia. Esta cerveza fue elaborada por encargo del alcalde de Gante. La centenaria ciudad flamenca, cuna del emperador Carlos V, que rivaliza en belleza con la vecina Brujas, mantiene como uno de sus símbolos el dragón dorado que figura en lo alto del Belffroi (torre de campanario) de la ciudad. De ahí tomó la inspiración la cervecera para el nombre y la imagen de la cerveza. La idea inicial era era que se tratara de una edición especial limitada, pero ante el entusiasmo de unos clientes procedentes de Italia, que tras probar la cerveza aseguraron con rotundidad que se trataba de la mejor cerveza que habían probado en su vida, decidieron incorporarla a su portfolio base.
En el caso de hoy, la cerveza elegida para la sexta edición del FFdA fue una versión de la exitosa cerveza del dragón dorado, la Gulden Draak 9000, que curiosamente fue elaborada por casualidad, al olvidar añadir una malta caramelizada de la receta en un lote. El resultado fue tan satisfactorio que decidieron reproducirla y comercializarla con el sobrenombre de 9000 y la etiqueta "quadruple", aunque curiosamente sea una cerveza ambarina, más pálida que la primigenia Gulden Draak, pero si cabe casi más deliciosa.

Cata:

Graduación: 10,5º
Temperatura de servicio: 12ºC-14C
Tipo de vaso recomendado: Copa en forma de tulipa como la propia de la marca. Copa Teku.

Aspecto: De color dorado apagado, acercándose a un ámbar oscuro. Velada, y coronada por una capa de espuma blanca de aspecto jabonoso y amplitud generosa, con una retención mediana, y que deja algún rastro lacrimoso de encaje pegado al interior de la copa.

Aroma: Potente aroma, dominado por las notas afrutadas de componente cítrico como naranja y otras frutas como frambuesa y cereza, que flotan sobre un fondo de caramelo y miel acompañado de un punto de pimienta, y un más que evidente componente alcohólico.
 
Sabor y textura: Destacan en ella los matices maltosos y afrutados, con predominio del caramelo que se transforma en miel y fruta dulce en la lengua. 
Cerveza de cuerpo medio-alto y textura ligeramente oleaginosa, es una cerveza de trago agradable y reconfortante gracias al carbónico bien ajustado y al ardor alcohólico que deja residente en boca, con la replicación de algunas de las sensaciones percibidas en el paladar, finalizando con una sensación de sequedad y astringencia prolongadas.

Maridaje: Ponche Segoviano.
Nota: 




Abbayé des Rocs Grand Cru

Sobre la cerveza y su fábrica...

Si la anterior cerveza es uno de los iconos cerveceros más conocidos de toda Bélgica, y más concretamente de Flandes, esta cerveza es una de las obras maestras que podemos encontrar diseminadas por el sur del país, en el área francófona de Valonia. Ubicada en la localidad de Montignies sur Roc, en la provincia de Hainaut, esta brasserie no goza de la larga historia que había tras la fábrica de Van Steenberge, pero sus productos hablan por sí sólos de su calidad y el respeto a la tradición cervecera belga. 
La Brasserie de l'Abbaye des Rocs, aunque de inicios relativamente recientes, en 1979, y muy modestos, donde los primeros lotes producidos eran de apenas 50 litros, las cervezas de la brasserie des Rocs, llevan tiempo siendo muy apreciadas por los cerveceros. No es hasta 1987, año en el que se construye el nuevo edificio de la fábrica que permitirá ampliar la producción, cuando comienzan a elaborar cerveza en cantidades más adecuadas de cara a su comercialización, hasta alcanzar los 1000 Hectólitros en 1996.
Respecto al nombre hay gran discrepancia en cuanto a su origen. En teoría parecen haberse inspirado en el nombre de una abadía en ruinas, sobre la que sin embargo no existe concrección alguna sobre su identificación y ubicación. Según la información que circula en la red, la brasserie es fruto de una cooperativa de productores agrícolas de la región que decidieron asociarse para fabricar y comercializar cervezas de alta fermentación basadas en las célebres cervezas de abadía belgas, aunque no disponen del sello oficial de Cerveza de Abadía, que sí tienen otras brasseries como Val Dieu, Maredsous o Floreffe. En 1993 la cooperativa se transforma en sociedad anónima y moderniza las instalaciones de la fábrica con una nueva línea de embotellado y etiquetado

Actualmente elaboran:

Blanche des Honelles: Toma el nombre de un río de la región. Se trata de una cerveza blanca de trigo de estilo belga, muy particular con un contenido alcohólico superior (6%) a la media dentro del estilo, y que incluye avena en su elaboración, logrando una textura, cuerpo y sabor únicos. Una de mis favoritas en el estilo, aunque no resulta especialmente fácil de conseguir.
Nounette: Una strong golden ale belga con 7,5º de alcohol, y marcada por su carácter afrutado y cítrico, con presencia de notas a naranja y limón, y al mismo tiempo aromatizada con menta, cilantro y vainilla.
Altitude: La Blonde Ale de la casa, la más ligera, refrescante y fácil de beber de todas ellas, con tan "sólo" 6% de alcohol, y un sabor caracterizado por los típicos matices afrutados y especiados de las ales belgas.
Montagnarde: Bautizada con el gentilicio de los habitantes del pueblo Montignies sur Roc, donde se encuentra ubicada la fábrica, es una strong amber ale de estilo belga con 9% caracterizada por un intenso sabor caramelizado y afrutado con un toque de especias.
Abbayé des Rocs: La primera cerveza de la fábrica que da nombre a la brasserie, es una strong brown ale de estilo belga de gusto delicado y complejo, con un 9% de alcohol y elaborada con 7 tipos diferentes de malta y lúpulos alemanes, belgas y checos.
Abbayé des Rocs Grand Cru: Es la versión aumentada de la primigenia Abbaye des Rocs, que sin embargo contiene sólo medio grado más de alcohol que su hermana, pero gana en intensidad y complejidad, haciendo de ella una cerveza única y distintiva dentro del estilo. Una magnífica cerveza que logra alcanzar un 100/100 en ratebeer.
Triple Imperiale: Concebida como la cerveza propia de un emperador en otra época, es una cerveza categorizada como una triple oscura, con 10º de alcohol y repleta de múltiples y variados matices entre los que destacan los frutos rojos. Una cerveza que fue elegida por el Chicago Tribune como la cerveza del año en 2007.
Abbayé des Rocs Noël: Elaborada para la temporada de Navidad, cumple con los cánones propios de este tipo de cervezas de temporada: maltosas, afrutada y aromatizada con un conjunto indeterminado de especias que la dotan de un sabor dulce, complejo y de final astringente, que ayudan a incrementar la sensación de calor proporcionada por el elevado contenido alcohólico de la cerveza, que en este caso alcanza el 9%.




Cata:

Graduación: 9'5º
Temperatura de servicio: 12ºC
Tipo de vaso recomendado: Copa de cáliz trapense.

Aspecto: Con un color rojizo oscuro que roza el marrón, se ve coronada por una capa de espuma de color amarillento, similar al marfil, pero que no logra alcanzar un g
ran grosor, quedándose en algo más de 1 centímetro de espesor. Esponjosa, y de retención discreta, desaparece en poco tiempo dejando un fino aro de color crema alrededor de la superficie, pero que no logra dejar reseñables restos de lacing en la copa.

Aroma: Muy aromática, compleja, afrutada y alcohólica. Lo primero que afloran son ésteres afrutados a ciruelas pasas y frutos rojos, acompañadas de una sensación alicorada en nariz. Una vez superado el choque de la fragancia inicial desplegada afloran matices a malta tostada, chocolate, almendras, vainilla y mantequilla dulce. Tras el periodo de maduración (más de 1 año) en mi caso, el alcohol está más presente, al mismo tiempo que las notas procedentes de las maltas tostadas, se concretan en un matiz de chocolate más claramente perceptible.
 
Sabor y textura: Cerveza robusta, con cuerpo y peso en boca, y sensación a melaza. De sabor intenso, marcado por las notas dulces que inundan el paladar al comienzo del trago como caramelo tostado, fruta confitada, pasas, madera y vainilla, es una cerveza donde el lúpulo no encuentra presencia reseñable, salvo tímidamente al final, pero que se ve sobrepasado por la entrada en escena del alcohol, y una sensación agridulce y especiada, de marcada astringencia en el regusto. Una gran cerveza, para disfrutar lentamente que tras la guarda de más de 1 año, gana en intensidad, astringencia, dulzor, y alcohol, lo que hace casi inevitable acompañarla de un maridaje, y muy especialmente de un postre.

Maridaje: Bizcocho de mantequilla con nueces y pasas maceradas en ron.
Nota: 


Comentarios

  1. Dos clásicas que no he estrenado todavía, con esas puntuaciones ya estoy tardando...

    La Gulden Drak la tengo probada, pero me falta la 9000...

    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La Gulden Draak es un auténtico cervezón. Un clásico. Especialmente recomendada para aquellos a los que les gusta las cervezas con cuerpo y licorosas. La 9000 es más de mi gusto, y lo cierto es que me encantó. Gran cerveza que merece la pena probar. Salu2!

      Eliminar
  2. Hemos coincidido en la Grand Cru jejeje, menudo cervezón! La Gulden Drak no la he probado.
    Saludos JAB!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya es casualidad, la verdad, jajaja! No todas las buenas cervezas alcanzan un 100/100 en ratebeer. Si esta lo tiene será por algo, aunque ya sabemos que las puntuaciones en ratebeer hay que tomarlas de forma orientativa con reservas. En este caso podría decir que han acertado, a pesar de que mi puntuación no sea un 10. En esos niveles, es cuestión de sensaciones y gusto personal más que por algo distintivo en la calidad de la cerveza. Salu2!

      Eliminar
  3. Jejeje!! Ya es casualidad coincidir en una cerveza y más siendo envejecida... En Madrid la venden muy barata o qué pasa?? Jejejeje! Fuera coñas, tienen muy buena pinta ambas cervezas! Saludos Juan!

    ResponderEliminar
  4. Pues barata en realidad, no lo es más que otras, Pau. Es más difícil de encontrar si cabe que otras grandes cervezas. Casi diría que alcanza la categoría de cerveza de culto. Muy buenas ambas. Si es que no hay como retornar a los clásicos belgas para tener garantizado el disfrute. Un abrazo Pau!

    ResponderEliminar
  5. Grandísima entrada, como siempre :-). Dos cervezones en toda regla, aunque no los he probado envejecidos en ninguna ocasión. ¡Un fuerte abrazo JAB!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares