Experiencia Cervecera con Mahou en 4 actos

Quienes han sido habituales seguidores de mi blog conocen las razones por las que mi corazón cervecero se siente próximo a Mahou, la cerveza de mi ciudad, Madrid. Han sido varias las ocasiones en las que he escrito sobre esta cervecera, a la que en gran parte le debo mi amor por la cerveza, tal y como explicaba en el post "Mahou, historia de una larga amistad", publicado en este blog en 2014. Varios años después, retomo la actividad editorial del blog para escribir de nuevo sobre la marca, con motivo de la experiencia exclusiva, que viví recientemente junto a un grupo internacional de profesionales vinculados a la cerveza, a la que fuimos invitados para conocer la "Excelencia Cervecera" de Mahou. 

El equipo del que formé parte, estaba compuesto por:


Jessica Mason (Brighton, UK), una empresaria con gran interés en todo lo que bebemos, especialmente cerveza y destilados. Periodista reconocida, con una dilatada experiencia en diferentes publicaciones, es una apasionada de las buenas bebidas, los bares agradables y todo lo que anima nuestro paladar y enriquece nuestras vidas. Fundadora y editora de Drinks Maven, ha participado como jurado en diferentes certámenes británicos y puso su granito de arena en el libro "1001 Whiskies You Must Try Before You Die", un "must" para los amantes del Whisky.


Jane Peyton (Londres, UK), escritora, conferenciante, guía de turismo, locutora de radio y televisión y productora de eventos, es una gran experta en bebidas alcohólicas, entre las que destaca la cerveza, una de sus pasiones. Fundadora de School o Booze, una consultora especializada en bebidas y autora de 8 libros, entre los que destaca  "Beer o’ Clock, and Drink:  A Tippler’s Miscellany", ha logrado numerosas distinciones como "Britain’s first Beer Sommelier of the Year" (2014), "Drinks Educator of the Year" (2016), "Outstanding Individual Achievement in Beer" (2017), y "Lifetime Achievement in Beer" (2018), aparte de ser una de las principales promotoras de las celebraciones del "Beer Day Britain". 


Daniel Trivelli (Santiago de Chile, Chile), Ingeniero Industrial, especializado en el desarrollo exportador e internacionalización de empresas, es actualmente el presidente del Grupo de Cervezas de América SpA, aparte de participar en otros proyectos relacionados con el desarrollo cervecero de la región y fundador de la Copa Cervezas de América, el concurso de cerveza más importante de América Latina. 


Unai López (Bilbao, España): BierSommelier (con titulación en escuela alemana Doemens, la Universidad de Alicante y la Escuela Española de Cata) y Juez BJCP, ha participado como juez en diferentes concursos de cerveza, colabora con el magazine cultural Spoonful y es el editor del blog "Del grano a la copa".

PRIMER ACTO: Donde comienza todo, visita al centro de producción de Alovera

El equipo al completo (de dcha. a izqda.): Jane Peyton, Daniel Trivelli, Jessica Mason, Unai López y servidor, Juan Antonio Barrado

Para entender lo que representa actualmente Mahou en el sector cervecero español y mundial, el primer acto programado en nuestra experiencia nos llevó a conocer el lugar de donde parte todo, el centro de producción de Alovera (Guadalajara), inaugurado en 1993. Estas instalaciones sustituyen a la anterior fábrica de Mahou situada en el Paseo Imperial de Madrid, destinadas a oficinas desde 2001 y demolida finalmente en 2011. Desde un comienzo sorprenden las dimensiones de las instalaciones diseñadas en espejo ocupando un área de 132.000 m2 construidos, dentro de una parcela que abarca una extensión total de 430.000 m2, lo que le permite una enorme capacidad de crecimiento en un futuro.

Aspecto exterior del centro de elaboración de Alovera

Actualmente, las instalaciones de Alovera son consideradas las más grandes del sector en España, y una de las más grandes de Europa, con una producción anual de 5.800.000 hectolitros y un total de 518 trabajadores. El recorrido por la fábrica que nos permitió conocer de cerca cómo se elaboran las cervezas de Mahou, comenzó con una proyección que narra la evolución de la compañía desde su fundación en 1890 hasta la actualidad, un ejercicio didáctico muy gráfico que ayuda a comprender lo que simboliza la marca hoy en día, remontándose a sus inicios y adentrándose en su historia. Una evolución en la que pasó de ser una modesta fábrica local en la capital hasta convertirse en el grupo cervecero líder en España con presencia internacional.

En un momento de nuestra visita al centro de Alovera, guiados por Ingrid Vico
El siguiente paso nos llevó a recorrer las distintas áreas de producción. En nuestro caso contamos con una guía de excepción, Ingrid Vico, especialista en Cultura Cervecera y Cervecería Internacional, quien nos explicó diferentes aspectos sobre las materias primas utilizadas que no conoce el gran público como por ejemplo, que la malta utilizada es 100% española, que los lúpulos usados dependiendo de la cerveza proceden de León o de Estados Unidos y Reino Unido en otros casos, o que la levadura no es usada por más de 5 generaciones, siendo diferentes cepas las empleadas por Mahou y las diferentes marcas del grupo como San Miguel, Alhambra, La Salve o Nómada, y que las cepas originales se encuentran registradas en diferentes bancos de levaduras en España y Dinamarca.

La Sala de Filtración situada justo enfrente de sendas salas de brassage, que aparecen reflejadas en el cristal

Respecto a la producción, Ingrid nos reveló también algunos detalles interesantes que nos hizo comprender cuán diferente resulta el desarrollo del trabajo en una gran fábrica frente a una micro, por lo que resulta imprescindible el uso de la tecnología que permite automatizar y controlar todos los procesos. Las cifras y los volúmenes de vértigo asociados a cada área de producción evidencian la importancia de una de una gestión eficiente, facilitada por los últimos avances tecnológicos, como demuestran las 2 brewhouses con una capacidad de 1100 Hl y 1300 Hl de producción de mosto, respectivamente, o los 81 tanques de fermentación con una capacidad total de 347.500 Hl.

El grupo escuchando atentamente las explicaciones de Ingrid Vico durante la visita al área principal de producción

Continuando con la visita dentro del enorme complejo, se encuentra una de las joyas de la compañía, el departamento de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+I), inmejorablemente representado por una microcervecería, que visitamos junto a David Ribelles, supervisor y encargado de la planta piloto y microcervecería de Alovera. Fue fundada en 2015, coincidiendo con el lanzamiento de la serie de cervezas "Casimiro Mahou" con motivo del 125 aniversario de la cervecera y que aún hoy continúan formando parte del portfolio de Mahou. En un comienzo, fue concebida como el punto intermedio entre el laboratorio de investigación de nuevos productos y la gran fábrica. Su plantilla entonces estaba compuesta por tan sólo 5 personas, sin embargo durante los últimos 3 años, su crecimiento ha sido tan grande que actualmente se ha incrementado hasta 18 personas trabajando en sus instalaciones, en las que no sólo elaboran las cervezas de Casimiro Mahou, sino también las que componen el portfolio de Nómada Brewing y La Salve. 

Perspectiva general de la microcervecería donde se puede apreciar su amplitud y el instrumental en impecables condiciones

A pesar de contar con la tecnología necesaria, no todo el procedimiento se encuentra automatizado, necesitando en parte de cierta intervención manual. Dentro de la microcervecería se encuentran bien diferenciadas las áreas de "brassage", fermentación y envasado. Su capacidad de producción total alcanza los 45.000 Hl anuales entre todas las cervezas elaboradas, para las que se llegan a utilizar hasta 15 cepas diferentes de levadura y 150 distintos ingredientes incluyendo maltas, lúpulos y adjuntos, a causa de las diferentes recetas con las que trabaja el equipo de producción.

Con David Ribelles y el resto del grupo visitando las instalaciones de la microcervecería alojada en el complejo de Alovera

Pero sin duda lo que más impresionó al grupo fue conocer la Sala de Barricas, de donde han salido las tres referencias que hasta el momento Mahou ha lanzado al mercado dentro de la gama "Barrica": Original, 12 Meses y Bourbon, rompiendo con las reglas establecidas y extendidas que reducían el añejado en barrica a las ales maltosas y licorosas, logrando añejar con éxito cervezas lager en barrica de roble.

Instante capturado durante nuestra visita al interior de la Bodega de Barricas y diferentes vistas exteriores, que incluye la placa de la calle Amaniel situada sobre el muro exterior del edificio que reproduce la fábrica original de Mahou situada en dicha calle

La impresionante bodega se encuentra ubicada en el interior de un edificio que reproduce la original fábrica de cerveza de la calle Amaniel, donde Mahou comenzó a escribir su historia. Se trata de unas instalaciones únicas en España, en las que el grupo cervecero Mahou-San Miguel invirtió 2,8 millones de euros sólo en 2017. La bodega, inaugurada en septiembre del año pasado, contiene en la actualidad un total de 1300 barricas de roble francés y americano, que se encuentran en unas condiciones ambientales controladas, con una humedad del 70% y una temperatura situada entre 10ºC y 12ºC, necesarias para la correcta evolución de las cervezas en el interior de la madera. 

David Ribelles e Ingrid Vico escuchando nuestras preguntas y comentarios en el interior de la Bodega de Barricas

Aunque en un comienzo esta importante inversión generó algunas reticencias de la compañía, que por otra lado eran evidentes y lógicas, puesto que Mahou tenía una experiencia limitada con el desarrollo de cervezas añejadas en barrica (sólo había lanzado en 2015 la edición limitada Almayso), el proyecto continuó adelante al contar con el apoyo de sus socios estadounidenses de Founders, que poseen una gran experiencia en este terreno. El resultado ha supuesto la creación de una nueva categoría de cervezas que ha permitido introducir al gran público en el mundo de la cerveza madurada en barrica, a la espera de que nos asombrarnos con alguna nueva referencia con la que quieran sorprendernos dentro de esta misma gama.

Tras la visita a la espectacular Bodega de Barricas, pasamos a ser testigos del frenético ritmo "maquinístico" de la gigantesca y ensordecedora planta de envasado, que impresiona por su milimétrica coordinación y funcionamiento y sus enormes dimensiones, que permitirían albergar varios campos de fútbol juntos. 

La impresionante área de envasado en pleno funcionamiento

Finalmente nos dirigimos hacia el final de la visita, que tendría lugar en el bar de la fábrica, donde tendríamos el placer no sólo de catar varias de las cervezas que pertenecen al amplio portfolio del grupo, incluyendo la craft norteamericana Founders, o la española Nómada, sino que además seríamos testigos del potencial de maridaje de las cervezas del catálogo de Mahou con cocina de calidad, en un adelanto de lo que viviríamos por la noche en StreetXO.

Una caña de Mahou Clásica abrió el aperitivo previo a la comida maridada con cerveza que disfrutamos con el servicio de cocina de la fábrica.

Para abrir boca comenzamos con un pequeño aperitivo en el que no faltó toda una institución de la barra madrileña, Mahou Clásica, antes de dar paso al menú maridado que nos tenían preparado.

Los diferentes platos y sus respectivos maridajes que pudimos disfrutar durante la comida en la fábrica
  • Con Mahou 0,0 tostada: Vichysoisse de manzanas asadas con guarnición de dados de manzana caramelizados. Maridaje en el que destacó la armonía entre los sabores caramelizados de plato y los suaves tostados de la cerveza.
  • Con Mahou 5 Estrellas: Escalivada de pimiento, cebolla y puerro frito crujiente. Combinación que le aportó valor a la cerveza, gracias a las notas agridulces del plato que contrastaban con el suave amargor de la emblemática Mahou 5 estrellas.
  • Con Casimiro Mahou Trigo: Ensalada de alga wakame con langostino en salsa thai. Los sabores marinos y las cervezas de trigo, mantienen una relación simbiótica, tal y como demostró este maridaje en el que el carbónico y los suaves matices ácidos y especiados de la cerveza ayudaron a crear una perfecta armonía.
  • Con Mahou Maestra: Atún rojo a la plancha con salsa teriyaki. El lúpulo es un perfecto "cuchillo" que corta a través de las grasas, por lo que la cerveza permitió aligerar la textura grasa del pescado. La salsa teriyaki, permitió poner de manifiesto su afinidad con los matices tostados y caramelizados de la cerveza. Posiblemente el mejor maridaje de los presentados.
  • Con Mahou Barrica Bourbon: Peras en compota al aroma de coco sobre coulis de frutos rojos. Afinidad total entre el perfil dulce e intensamente afrutado del plato y el efecto de la barrica de bourbon sobre la cerveza, con sus notas dulces caramelizadas, acompañadas de evidentes matices de coco y vainilla. 
El lado más "potente" de Founders, a nuestra disposición para su degustación.

Finalizamos la comida con una cata "a la carta" con otras cervezas del porfolio del grupo Mahou-San Miguel, entre las que destacaron las craft estadounidenses de Founders, con especial mención a sus cervezas BackWoods Bastard (Dirty Bastard añejada en barrica de Bourbon) y  Lizzard of Koz, dos deliciosas y complejas cervezas oscuras. También destacaron las cervezas de la española Nómada, entre la que destacamos su Royal Porter, el perfecto colofón a una comida espectacular.

SEGUNDO ACTO: Explosión de sabores en StreetXO, cena maridada con Mahou Barrica

En un segundo acto, continuamos disfrutando de la mayor variedad que actualmente ofrece el portafolio del grupo y de su potencial gastronómico para los maridajes. Para ello nos invitaron a una cena maridaje en Street XO, posiblemente el local con el que el mediático chef "Dabiz Muñoz", su propietario, expresa su lado más cool, informal y divertido.   

La entrada a StreetXO con la imagen de David Muñoz

Ubicado en el espacio gastronómico del centro de El Corte Inglés de Serrano, disfrutando de una envidiable ubicación, desde la que se domina el cielo del barrio de Salamanca de Madrid, Street XO es todo un espectáculo que rodea al comensal desde que ponemos un pie dentro del local. Mención especial merece cada detalle y elemento de decoración, perfectamente cuidados: desde los atractivos vasos de diseño, hasta la figura de un rinoceronte que hace las funciones de asiento, o la curiosa tarjeta de visita del local, "falsamente autografiada" en todas las servilletas. 

Detalles del interior del restaurante Street XO

Ahora bien, sin duda la cocina es la estrella del show, con varias parejas de baile entre las que destaca la cerveza. En nuestra visita a SteetXo íbamos a descubrir la versatilidad gastronómica de las cervezas de la gama Barrica de Mahou, que con su complejidad heredada de la madera, iban a dibujar sorprendentes caminos de encuentro con cada uno de los platos que disfrutamos. 

Las otras protagonistas de la cena, la gama de Mahou Barrica

Las tres estrellas Michelín del talentoso chef madrileño, quedaron demostradas en la presentación y elaboración de cada uno de los platos, rebosantes de imaginación y decenas de ingredientes, en los que intervienen todo tipo de salsas, aderezos y exóticos condimentos, combinando matices y texturas de todo tipo en una bacanal de explosivas sensaciones y que sin embargo a pesar del impacto sensorial de cada plato, logran construir una armonía envolvente, reforzada por las cervezas que en más de una ocasión no sólo conseguían acertar en el maridaje planteado, sino también con algún plato más.

El menú que disfrutamos junto con sus respectivos maridajes fue el siguiente:

Con Mahou Barrica Original

  • Saam de panceta ibérica a la brasa, condimento de mejillones escabechados, shitakes encurtidos, salsas Siracha y tártara Xo. Una armonía construida entorno a los diferentes grados de tueste y Maillard, y algunos recuerdos ahumados, encontrados en plato y cerveza.
  • Sandwich Club al vapor, ricota, huevo frito de codorniz, sichimi-togarashi. Los sabores picantes y especiados del plato eran amortiguados por el colchón del lúpulo y el carbónico de la cerveza que limpiaba el paladar, permitiendo construir diferentes afinidades por el resto de matices entre plato y cerveza.
Con Mahou Barrica Bourbon


  • Nem vietnamita de pato y sashimi tibio de gambas blancas con agridulce de chiles y ali-oli cremoso. Divertidos juegos de contraste entre las texturas del bocado,completada por las salsas y aderezos del plato y el carbónico de la cerveza, que dan paso a los tonos maltosos y avainillados de la cerveza que envuelven el resto de sabores logrando un conjunto armonioso.
  • Dumplin pekinés, oreja confitada y hoisin de fresas, ali-oli y pepinillo. Maridaje por afinidad entre los tonos dulces del plato y la cerveza, y entre las notas afrutadas exóticas de coco (de la barrica de bourbon de roble americano) y la salsa de fresas.
Con Mahou barrica 12 meses


  • Cocido Hong Kong – Madrid con ajo negro, taro y chiles. La maltosidad y dulzor acaramelado de la cerveza, lograron redondear la sabrosidad del plato.
  • Lasaña koreana de wonton y vaca vieja gallega con shitakes, tomates escabechados piantes, bechamel de cabra y cardamomo. Combinación explosiva de sabores y aromas exóticos, entre los que se infiltran las notas de vainilla y coco de la cerveza, logrando una sorprendente armonía que aporta aún más valor al plato.
  • Croquetas “La Pedroche” con kimchi, leche de oveja, atún y té lapsang souchoung. Maridaje basado en el contraste de diferentes texturas y el dulzor maltoso que logra redondear y prolongar las sensaciones más placenteras del plato.
Compartiendo impresiones durante la cena

Sin duda fue una de las mayores demostraciones de artillería pesada, de las que he podido ser testigo dentro del terreno de los maridajes con cerveza. A pesar de que el grado de éxito del resultado final depende indiscutiblemente de un factor subjetivo, sujeto a la apreciación personal de cada individuo, pudimos constatar a través de las opiniones que intercambiamos durante la cena, que la experiencia nos satisfizo por encima de las expectativas. Un punto final a una completísima jornada de nota que reunió historia, técnica y gastronomía. El listón sin duda, quedó muy alto a la espera del segundo día.

TERCER ACTO: Visita al Espacio Cervecero de la calle Génova en Madrid

Aspecto exterior del Espacio Cervecero de Mahou en la madrileña calle Génova

Segunda jornada y llegábamos al tercer acto que nos brindaba la oportunidad de conocer el singular local que recientemente inauguró la marca en el centro de Madrid, bautizado como Espacio Cervecero. Ubicado en el número 5 de la calle Génova, es un espacio que reúne por una parte una microcervecería, con la que Mahou retoma la actividad de elaborar cerveza en la ciudad, tras el traslado de la producción a las modernas instalaciones de Alovera (Guadalajara), y por otra parte la posibilidad de disfrutar de la cerveza en su máxima expresión, a través de diferentes actividades y experiencias que permiten profundizar en diferentes áreas, como por ejemplo en el terreno de los maridajes, gracias a la oferta de restauración de calidad que mantiene el local, tras la que se encuentra Fran Vicente, chef también del Sainete, otro local emblemático de Mahou en la capital.

El brillante aspecto de los fermentadores de la micro situados tras la barra, donde aparecen anunciados los cuatro grifos operativos con las cervezas que pudimos degustar

Nada más entrar en el local, nos atrapan los brillos del acero nuevo del instrumental de elaboración de cerveza  y de la instalación de servicio que rodean por completo al visitante y le invitan a dirigirse hacia su izquierda donde le espera una barra donde poder degustar las cervezas de producción propia. Podríamos decir que este primer espacio diferenciado del local funciona a modo de brewpub, una fórmula de negocio especialmente extendida en países como República Checa o más recientemente en Estados Unidos, que permite disfrutar de la máxima frescura de las cervezas elaboradas "in-situ", y que cada vez está teniendo una mayor aceptación en España.

La American Pale Ale en un momento de esplendor durante nuestra degustación

El instrumental de elaboración está compuesto básicamente por dos grandes "vessels" o recipientes con una capacidad de producción de 2,5 hectólitros de mosto por lote. Uno de ellos es usado como macerador (mash-tun) y caldera de cocción y el otro como lauter-tun (para permitir separar el mosto de los restos sólidos del macerado) y también como whirlpool (para clarificar la cerveza a través de un centrifugado que hace girar la cerveza en remolino). También cuenta con 4 fermentadores con una capacidad total de 10 hectolitros y sus respectivos tanques de maduración, donde reposan las cervezas antes de su servicio.


Jane Peyton analizando el aspecto visual de la American Pale Ale que degustamos

Durante nuestra visita pudimos degustar cuatro diferentes elaboraciones: una Vienna Lager, una American Pale Ale, una IPA y una Stout, entre las que destacaban especialmente la elegante maltosidad de la primera, y el poder aromático con notas cítricas muy frescas en el caso de la segunda. Se trata de recetas únicas que solamente estarán disponibles para ser consumidas en el local, no las encontraremos en ningún otro establecimiento. Además no tendremos siempre disponible la misma oferta de grifos, alternando entre diferentes estilos y cervezas de temporada. Aquellos fieles consumidores de la marca, que prefieren disfrutar del sabor de sus cervezas más emblemáticas, tendrán a su disposición de toda la gama de cervezas de la casa. 


Bruno Martínez explicando los detalles del instrumental de elaboración, durante un momento del tour guiado por el Espacio Cervecero

Y no sólo se le ofrece al visitante la posibilidad de probar estas cervezas únicas, sino también la de conocer el proceso de su elaboración en un tour guiado. Nosotros tuvimos el privilegio de contar con Bruno Martínez, responsable de Cultura Cervecera y Cervecería Internacional de Mahou, quien con sus completas explicaciones nos acompañó durante toda nuestra visita.


Jessica Mason poniendo en práctica las instrucciones recibidas durante la master-class de servicio de la "caña perfecta"

Aparte de la visita guiada a la microcervecería, el espacio permite al visitante profundizar en el conocimiento sobre la cerveza, ofreciendo otras actividades de carácter divulgativo dentro de un tono lúdico y relajado. En nuestro caso pudimos recibir un taller maestro de tiraje de una caña de Mahou con las pautas de servicio de la marca, entre las que destaca la nube de carbónico formada bajo la capa de densa crema que corona la cerveza y que posteriormente deja los característicos anillos de espuma adheridos al interior del vidrio, una de sus señas de identidad.
Diferentes áreas del Espacio Cervecero de Mahou

Más tarde pasamos a conocer el segundo área diferenciada del espacio, destinada a ofrecer experiencias sensoriales que giran entorno a la cerveza, como talleres de cata, maridaje y showcooking, o la celebración de eventos. Un espacio con muchísimas posibilidades donde coincidiendo con nuestra visita, tuvo lugar "el primer concurso de tapas maridadas con cervezas Mahou", organizado por la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Madrid, en el que fuimos invitados a participar como jurado. Competían cuatro de los alumnos más destacados de la escuela, tutelados en todo momento por el conocido cocinero Juan Pozuelo, que hizo de maestro de ceremonias junto a José Ángel Sierra, responsable de Relaciones Externas de la Escuela. 
Las cuatro tapas participantes en el concurso de tapas maridadas con cervezas Mahou. La ganadora, la primera comenzando por la izqda.

Cada uno de los alumnos presentó una tapa diferente de creación propia, que debía maridar con una cerveza que le habían asignado previamente. El nivel mostrado por las creativas propuestas presentadas por los jóvenes participantes fue muy alto y la decisión como jurado fue difícil. 


Daniel Trivelli, durante la evaluación de la tapa que a la postre sería la ganadora.

El ganador fue el joven Luis Herrero con un salmorejo, acompañado de espárrago triguero, tierra de olivas y rayadura de huevo, que logró maridar con éxito con la cerveza sin alcohol Mahou 0,0 Tostada, lo que nos dejó claro que sí es posible maridar buena cocina con una cerveza sin alcohol, un reto difícil pero que logró superar la mejor de las expectativas tanto en este ejemplo como el que pudimos disfrutar el día anterior en la comida maridada que nos ofreció el servicio de restauración de la fábrica.
Foto de familia de participantes, jurado y organizadores del concurso de tapas maridadas con cervezas Mahou. El ganador, Luis Herrero, en el centro
CUARTO ACTO: La comunión entre Mahou y la música, fin de fiesta en MadCool 

Panorámicas del festival Mad Cool en diferentes momentos al atardecer

Como bien es sabido, en toda buena función resulta clave el último acto, en el que se produce el desenlace de la trama, la apoteosis final. En nuestro caso, la última actividad programada dentro de la experiencia en la que habíamos participado, nos reservaba una agradable sorpresa, una visita al festival de música Mad Cool a modo de fin de fiesta, donde seríamos testigos del compromiso de Mahou con el desarrollo de la vida cultural y social de la ciudad de Madrid, participando como patrocinador de una de las citas musicales del año, el festival Mad Cool de proyección internacional.

Fotografía de grupo a las puertas del Mahou Hostel

Con el pase VIP que la organización nos facilitó nos dirigimos hacia la explanada de Valdebebas, donde se encontraba ubicado el espectacular macrocomplejo de Mad Cool de 200.000 metros cuadrados y siete escenarios. Segunda jornada de festival, 80.000 personas ávidas de música y diversión, el ambiente era festivo. La tarde noche prometía fuertes emociones con las actuaciones de Jack White, Arctic Monkeys y Franz Ferdinand, tres de algunos de los grandes nombres del panorama musical que se daban cita durante el festival. 

Mahou Hostel, un hotel en medio de Mad Cool, donde poder desconectar entre concierto y concierto.

Pero antes de disfrutar de las actuaciones en directo pasamos a conocer una de las áreas especiales con las que contaba Mahou en el interior del recinto: el Mahou Hostel, un lugar para desconectar del frenesí musical entre concierto y concierto, donde cada visitante era recibido como un huésped en un hotel. Allí era posible desde relajarse tomando una cerveza, a jugar unas partidas en máquinas recereativas vintage. En nuestro caso tuvimos la oportunidad de poner en práctica lo aprendido en el taller maestro de tiraje que recibimos en el Espacio Cervecero.

Viendo la actuación de Arctic Monkeys desde una de las zonas VIP

Finalmente llegamos a la zona VIP donde recuperamos fuerzas con una cena informal a base de pizzas, hamburguesas y fajitas, que es lo que requiere el momento y por supuesto cerveza, que como no podía ser de otro modo era de nuestro anfitrión Mahou. Su buque insignia, Mahou 5 estrellas, era sin duda la cerveza más vendida, pero también era posible encontrar grifos con cervezas de su socio estadounidense Founders, haciendo posible que los entusiastas de la cerveza craft pudiesen disfrutar de una de sus mejores representantes.

Disfrutando de una cerveza durante los conciertos de Mad Cool

Cuando comenzaron a sonar los acordes del famoso "Seven Nations Army" de Jack White, nos dejamos llevar por la música, disfrutando después de los grandes temas de Arctic Monkeys como Do "I Wanna Know?" o "R U Mine?", para finalizar con el remate espectacular de Franz Ferdinand con su famoso "Take me Out". 

Eran las 3 de la madrugada y era momento para poner punto final a dos días intensos, con un inmejorable sabor de boca. Sólo quedaba tiempo para reponer fuerzas en el hotel, despedirse de los compañeros y regresar a casa la mañana siguiente, con el recuerdo imborrable de una experiencia única y extraordinaria.

Mil gracias. Nos vemos en los bares.

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